En Génesis 45, vemos que Jacob vivía un tiempo de gran confusión, pues vino hambre a la tierra como no había habido desde los días de Abraham, tuvo que enviar a sus hijos a comprar alimentos, detuvieron a Simeón como espía, y para dejarlo libre y permitirles comprar alimentos, tenían que llevar a su hijo menor Benjamín.

Jacob empezó a ver todo esto como un caos, hambre, escases, José su hijo que creía muerto, otro hijo cautivo en Egipto y ahora tenía que enviar a Benjamín el hijo de su mano derecha, así que comenzó a llorar y a decir: "Contra mí son todas estas cosas". Era el acusador contra él.

Estaba Jacob pensando eso y llegan las noticias: “José está vivo”, de inmediato recordó el luto que había llevado por 22 años y no quiso oír esto, pero cuando empieza a ver las señales, ve los carros de Egipto, los trajes de Egipto, el trigo en abundancia, entonces, revive su espíritu y dice: “Basta; José mi hijo vive todavía; iré, y le veré antes que yo muera”.

Quizá al igual que Jacob ves todo trastornado a tu alrededor y crees que para ti no hay salida, que todo lo que estás viviendo es consecuencia de tu pasado, pero debes saber que si llegaste al Señor, Él tiene un plan para ti:

Lo malo en tu vida Dios lo va a encaminar para bien, te preguntas: ¿Por qué está pasándome esto? No es lo que yo quisiera, ni puedo controlarlo, pero Dios lo va a empujar para el bien tuyo, planes de bienestar tiene Dios para ti.

Estás en la aflicción y estás pensando que tu vida se pierde y de pronto vienen más y más golpes y preguntas ¿Por qué? Es tu hermano mayor, Jesús que te va a sacar al otro lado del valle de la aflicción, todas las cosas te ayudan a bien.

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