Yeimy Paola venía de una familia disfuncional, donde había perdido a su papá a la edad de 6 años, sufrió el abandono por parte de su madre, lo cual le llevó a crecer al lado de su abuela, quien suplió sus necesidades básicas, pero con fuertes carencias afectivas.

Llegó al Centro Mundial de Avivamiento por una invitación especial. Para ella la reunión transcurría de manera normal, cuando el pastor Ricardo Rodríguez hizo el llamado a salvación, Yeimy pasó adelante sin imaginar lo que estaría por experimentar. Luego de hacer las oraciones de fe, comenzó a hablar en otras lenguas, sentía el fuego de Dios, no podía parar de temblar y se sentía embriagada.

“Fue una manera inusual de conocer a Dios, pues iba por primera vez a la iglesia” sostuvo Yeimy.

De ahí en adelante comenzó un proceso en su vida de perdonar a las personas que habían acabado con la vida de su padre, a su madre por haberla abandonado, el deseo de morir desapareció; pues meses atrás había planeado consumir una sobredosis de medicamentos y tenía previsto pedirle a un familiar que se quedara con su hijo de 7 años para lograr su objetivo, pero Dios usó la tv como distractor para evitar ese momento.

“Llegué como un hijo pródigo, solo necesitaba que Dios pusiera su mano sobre mí y lo hizo de una manera inesperada” agregó.

Dios sanó su alma y pudo perdonar, llenó vacíos, quitó cargas, se llevó la tristeza de su corazón.

Hasta el día de hoy, El Señor ha estado presente en cada situación pues no le ha faltado nada. Ella decidió poner a Dios en primer lugar antes que cualquier cosa y su mayor pasión es depender de su voluntad, lo cual le ha traído grandes bendiciones en todas las áreas de su vida.

“Hoy doy gracias a Dios por haberme guardado, todos los días pienso de lo que me estaría perdiendo si hubiese cortado con mi vida, pues ahora valoro que todo a mi alrededor tiene colores, matices. Depender de él hace que todo sea diferente, es ver que cuando Él toma el control sabe hacerlo perfecto, pues todo lo puede” -sostuvo Yeimy Paola-.

Ella se siente feliz y expectante pues sabe que Dios abrirá camino con bendiciones inesperadas en este tiempo.