Habacuc 3:9 Se descubrió enteramente tu arco; los juramentos a las tribus fueron palabra segura.

En este pasaje, lo que el Señor nos quiere decir, es que Sus saetas, Sus flechas, Sus palabras, están juradas, Él mismo las juró. Por lo cual serán certeras y de cierto se cumplirán.

Isaías 55:11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

En la Biblia encontramos muchísimas promesas, como estas:

  • Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. (Hch. 16:31)
  • Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. (Fil. 4:19)
  • Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Ro. 8:28)

Dios ha dicho que te bendecirá, que te salvará, que te protegerá, Él juró Sus promesas, y todas Sus palabras se cumplirán.

Ahora, hay momentos que vivimos, en los cuales todo parece estar cada vez más oscuro, nos rodea la incertidumbre y la angustia y no entendemos nada. Si estás viviendo un momento así, debes saber que Dios tiene un propósito.

En el caso de Habacuc, él estaba viviendo momentos difíciles y se estaba quejando, pero Dios le revela Su plan y él cambió su queja y su lamento por gozo.

Con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. (Habacuc 3:18)

Ahora veamos por un instante el caso de Jacob, había perdido a su hijo José, ahora estaban en tiempos de sequía y había enviado a sus hijos por provisiones a Egipto, y había dejado prisionero a uno de ellos, además, para dejarlo en libertad exigían que fuera su hijo menor y amado, Benjamín.

Él estaba viviendo un mal momento, y creía que todo lo que le había sobrevenido era por causa de su pecado. Pero luego, llegan buenas noticias para Jacob, le dicen que su hijo José estaba vivo y que era gobernador de toda la tierra de Egipto, él inicialmente no creyó, pero al ver los carros de Faraón y todas las cosas que su hijo le había enviado, dice la Biblia que su espíritu revivió y fue a Beerseba a clamar con una ofrenda y Dios le dice: No temas, Yo haré de ti una gran nación.

Al igual que Jacob, puedes estar en tribulación, pensando que todo lo que te ha sobrevenido es por tu pecado y no entiendas nada. Pero recuerda que los juramentos de Dios, son palabras seguras.

Él ha empezado a hacer algo para cumplir Sus promesas en tu vida y en breve recibirás buenas noticias

Nunca lo olvides: “Los juramentos de Su palabra, son seguras palabras”.