En la búsqueda de una relación más profunda con nuestro Creador, encontramos cuatro elementos fundamentales que nos acercan a una comunión más íntima con Dios y que nos guían hacia un entendimiento más real de Su amor y Su propósito para nuestras vidas.
1. Cerrar la Puerta:
Cuando quieres tener esa comunión íntima con Dios, debes hacer lo que nos enseña el Señor en Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” Jesús nos enseña sobre la importancia de cerrar la puerta para orar. Al cerrar la puerta al mundo, el cielo se abre, el Padre está ahí viendo todo lo que hacemos. Al apartarnos del ruido del mundo, podemos escuchar la voz suave y apacible del Espíritu Santo.
2. Adoración:
La comunión con Dios no es muy fácil sin la adoración, la Biblia dice en Juan 4:23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”, Cuando nos sumergimos en la adoración, nos conectamos con la esencia misma de Dios y experimentamos Su presencia de una manera tangible.
3. Rendición:
La rendición total a Dios es un requisito necesario para una comunión verdadera, que Él sople y te lleve a donde Él quiera, que puedas decirle al Señor: “Lo que Tú quieras, dónde Tú quieras y como Tú quieras”. Al rendirnos completamente a Su voluntad, permitimos que Él guíe cada aspecto de nuestras vidas.
4. Leer la Biblia:
Finalmente debemos leer nuestra Biblia, la Palabra de Dios es nuestra guía y fuente de vida. El Señor dice en Juan 14:26 “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” Tú necesitas tener palabra de Dios en tu corazón para que el Espíritu Santo te la enseñe y te la recuerde cuando tú la necesites.
En resumen, la comunión con Dios es un proceso continuo que requiere dedicación y compromiso. Al cerrar la puerta y tener esa adoración en el lugar secreto, acompañada de rendición y de la lectura de tu Biblia y ahí es cuando tú dices: “Veni Sancte Spiritus / Ven Espíritu Santo” Sopla sobre mí.