En los primeros años de mi fe cristiana, una de las cosas que más me impactó fue oír a una predicadora muy ungida, que dentro de su sermón contaba una experiencia donde Dios le habló, pero fue tan clara su explicación, que yo empecé a entender que Dios sí habla, pues cuando era un adolescente asistí a una reunión cristiana donde todos acostumbraban decir: "El Señor me dijo... El Señor me mostró..." pero lo único que decían era lo que había en su corazón, así que desde ese entonces pensaba que era sólo una expresión religiosa, y no una realidad espiritual.
Pero ese día mi pensamiento cambió, y me fui a orar por semanas diciéndole Señor si tú hablas quiero oír tu voz, y siempre que iba a orar esa era una de mis peticiones: pero una tarde me tomó de sorpresa porque estaba orando y de pronto vino una voz a mi espíritu y el Señor me dijo esta es mi voz; quedé tan sorprendido, Dios me estaba hablando, y era una voz que no venía a mis oídos, sino a mi espíritu, no sabría cómo describirlo, pero sabía que venía de Dios, así que me encontraba en medio de una conversación con Dios y me dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” Juan 10:27. Debe ser parte de nuestro diario vivir como cristianos buscar la voluntad de Dios, que Su Espíritu hable a nuestro espíritu y sepamos qué hacer, pues Su voz hace que cambie tu manera de ver todas tus circunstancias. No estamos solos, el Espíritu Santo está con nosotros y Él es quien trae la voz de Dios.
La Biblia dice en Deuteronomio 30:19-20 que escojamos la vida y la bendición, y te preguntarás ¿Cómo lo hago?, pues bien, ahí en este mismo pasaje nos lo dice: “amándolo, oyéndolo y siguiéndolo”. Sin embargo, hay 4 cosas que hoy te mencionaremos y que nos impiden escuchar la voz del Espíritu de Dios.
1. Ignorar que Él habla: Debes saber que Dios nos hizo a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27), que Jesús prometió que si somos Sus ovejas vamos a escuchar Su voz. (Juan 10:27) y que en Él no hay sombra de mudanza, así que si le habló a Adán, a Noé, a Abraham, a los profetas, a los reyes, a los jueces y a los apóstoles, también te hablará a ti.
2. Temor: Muchas personas tienen miedo a escuchar la voz de Dios, y esto es a causa de su pecado, como en el caso de Adán y Eva (Génesis 3:10).
3. Creerse indignos: En otras ocasiones, no escuchas la voz del Espíritu, porque das crédito a lo que Satanás dice, pues él es especialista en acusar, condenar y hacerte sentir indigno de escuchar a Dios, pero no es así, la Biblia dice en 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
4. No querer oír: “Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos” (Éxodo 20:19), esto fue lo que le dijo Israel a Moisés, pero en Hebreos 3, vemos que no lo dijeron por temor a la voz de Dios, sino porque endurecieron su corazón y no querían escuchar de voz de Dios lo que estaban haciendo mal.
Una vez conocidos estos 4 impedimentos para oír la voz del Espíritu Santo, puedes identificar cuál es tu caso, tomar la decisión y empezar a partir de hoy a escuchar Su voz. Para aprender a oírla, es necesario que pases tiempo en Su presencia, que lo busques y tengas comunión con Él, pues es justamente ahí, en Su voz, donde vas a encontrar bendición, paz y protección. Su presencia te guiará, te dará descanso y te garantizará la victoria.
Pastor Ricardo Rodríguez