Mike Pence, actual vicepresidente de los Estados Unidos, es quien promueve leyes en contra del aborto y está a favor del derecho a la vida en el gobierno de Donald Trump.
La ‘Marcha por la Vida’ (March for Life), como se le ha denominado en Estados Unidos, es uno de los eventos tradicionales que cuenta con una gran afluencia de personas en Washington, aunque en los últimos años había disminuido en asistencia. En 1974 se cumplió con la legalización del aborto en este país y desde allí empezó un conflicto entre los que están de acuerdo y los que no, por lo que la marcha se volvió simbólica en el transcurrir de los años. Lo curioso fue que el pasado viernes 27 de enero, el vicepresidente Mike Pence se pronunció al respecto como nunca antes en la historia había pasado, dando una luz de esperanza al movimiento ‘provida’ quienes celebran que a pesar de un congreso en manos republicanas, se celebra el derecho que todas las personas tienen y que además es fundamental.
Al respecto, Donald Trump se pronunció a través de su cuenta de Twitter expresando:
La #MarchaPorLaVida es tan importante. A todos los que marchan — ¡tienen todo mi apoyo!
.@VP Mike Pence estará hablando en la #MarchaPorLaVida el día de hoy – ¡Tienes todo nuestro apoyo!
Cabe resaltar que Pence ya había participado de eventos relacionados pero no desde la vicepresidencia y menos con el apoyo de Trump. Según contó su esposa al diario ‘El periódico’ había participado anteriormente en 16 ocasiones cuando era congresista y gobernador de Indiana e incluso se definió como: “cristiano, conservador y republicano”, en ese orden, promoviendo las leyes más restrictivas contra el aborto en su estado. Sin duda, la figura conservadora en Washington se ve representada en Pence, quien da una luz esperanzadora para el pueblo cristiano con su llegada a la Casa Blanca.
Algunos expertos afirman que puede ser un movimiento estratégico de Trump ya que en 1999 el actual presidente de los Estados Unidos había dicho que estaba a favor de que la mujer eligiera sobre su propio cuerpo y esto le generó más votos en las pasadas elecciones, pero afirman que es difícil pensarlo ya que el gabinete escogido por Trump fue seleccionado con lupa y asegura tener a los mejores consigo.
Bajo la premisa de ‘cumplir promesas’, Pence empezó a trabajar en un proyecto de ley que espera dejar sin fondos a ONG’s y diferentes movimientos que apoyan el aborto ya sea de manera directa o indirecta; además espera radicar otra ley que busca vetar para siempre la interrupción de embarazos dando así el aval para que cualquier persona pueda disfrutar del derecho fundamental a la vida, incluso antes de nacer. Pence se pronunció al respecto diciendo: “No descansaremos hasta que restauremos una cultura de vida para nosotros y la posteridad”.
De igual manera se pronunció Dean Nelson, quien trabaja para un grupo contra el aborto declarando al diario The New York Times:
“Esta Administración presenta una nueva oportunidad y por primera vez, realmente, somos capaces de interactuar con el Gobierno federal para lograr nuestros objetivos”.
Nelson, quien se mostró optimista frente al asunto es una de las millones de personas que apoyan la causa, aunque también hay que resaltar que la oposición no se queda atrás en número y también trabaja para abrogar la ley.
De todos modos, la multitudinaria marcha que superó las expectativas de Trump, ha sido catalogada como la más numerosa en años y la situación por la que pasa actualmente el gobierno frente a este tipo de asuntos da una luz verde para que se sigan desarrollando leyes y movimientos que apoyen la vida. Este puede ser el inicio del fin definitivo de la lucha contra el aborto en los Estados Unidos.