Si sientes que Dios ha guardado silencio, no escuchas su voz ni ves su dirección, ¡es momento de que hagas algo!

Tal vez tienes muchos sueños. Deseas estudiar una carrera en la mejor universidad o estás trabajando duro para comprar un apartamento o una casa; quizá estás esperando encontrar a tu esposo(a) o lograr ese ascenso por el que te has esforzado tanto por alcanzar. Pero, ¿sabes qué? Todas estas cosas son vanas si el Señor no es el centro de tu vida.

Una vez alcances estas metas, ¿crees que vas a ser completamente feliz? La respuesta es un rotundo ¡no! Nada ni nadie podrá llenarte o completarte, solo Dios. Él te dice hoy: “Búscame con todo tu corazón”.

Dios desea tu corazón

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.  Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”, Isaías 55:6,7.

Qué lamentable sería perder todas las oportunidades que el Señor te dio de buscarlo y que un día sea demasiado tarde para ti. Hay un sinnúmero de promesas que Él tiene para tu vida, pero solo tendrás acceso a ellas si corres al secreto y lo amas con todo tu corazón. No hay nadie que te ame más que Dios, pero necesitas tener intimidad con Él.

Dios perdona tus pecados

El rey David es uno de los grandes ejemplos de pasión por Dios. Sin embargo, pecó tomando la mujer de Urías y, además, ordenó que lo abandonaran en el campo de batalla para que lo mataran. El Espíritu Santo se apartó de Él y David sintió la ausencia y el silencio del Señor como una agonía profunda. “Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto”, Salmos 83:1.

La buena noticia es que Dios lo perdonó y le dio otra oportunidad; El Señor hizo grandes cosas con David. Si te apartaste del Señor aún tienes oportunidad de reconciliarte con Él. ¡Arrepiéntete de tus pecados y corre a Jesús, quien te espera con los brazos abiertos!

Recuerda, eres muy amado por Dios y tiene un plan contigo. “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”, Isaías 55:9.