¿Consideras que las personas solteras son más felices que las que están casadas?, ¿Piensas que es mejor estar libre de compromisos a repetir los errores propios o de tus seres queridos en una relación equivocada?, o sencillamente, ¿Eres de los que prefiere estar solo que mal acompañado? Entonces este programa de los pastores Juan Sebastián y Ana María Rodríguez es para ti.

Génesis 2:18 refleja que el pensamiento del Señor en cuanto a esto es exactamente lo opuesto, pues Él dijo: “No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él”, y también Proverbios 18:22 enseña que “el que halla esposa, halla el bien y alcanza la benevolencia de Jehová”, de esta manera lo expresaron los pastores Juan Sebastián y la Pastora Ana María Rodríguez en su programa “Sin Mitómanos”.

Sin embargo, estudios recientes confirman que cada vez son menos el número tanto de hombres como de mujeres que están dispuestos a casarse.

Una investigación realizada en Estados Unidos asegura que los hombres no quieren casarse y hacen todo lo posible por evitar o posponer el matrimonio, prefiriendo cohabitar en su lugar, ya que, a través de la convivencia tienen una “cuasi-esposa” sin necesidad de tener un compromiso, aseguró David Popenoe, codirector del Proyecto Nacional de Matrimonio de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey.

Asimismo, la psicóloga Silvia Arévalo indicó que la visión de las mujeres también cambió, quienes buscando estar “empoderadas” en un mundo altamente competitivo, prefieren permanecer solteras para darle prioridad a su realización personal y profesional.

No obstante, el pastor Juan Sebastián reiteró “no nos podemos dejar influenciar por lo que el mundo dice, especialmente en relación al matrimonio, no nos podemos dejar gobernar por ningún preconcepto que tengamos, sino que debemos renovar nuestros pensamientos a través de lo que Dios dice en su Palabra, y a través de ella, volver al plan original que tiene preparado para nosotros”.

Por su parte, la pastora Ana María Rodríguez también afirmó que “el matrimonio es el propósito de Dios para las personas, pues desde la creación del mundo, Dios mismo lo diseñó, fue él quien se dio cuenta que el hombre no debía estar solo y quien planeó que el hombre y la mujer fueran el uno para el otro”.

Con todo, los pastores reconocen que “vivimos en una sociedad que ya no cree en el matrimonio, porque las malas experiencias han traído como consecuencia que las personas se “cierren”, es decir, que estén cada vez menos dispuestas a casarse”.
En Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación publicó las estadísticas nupciales donde se evidencia una clara disminución en el número matrimonios que se contraen cada año. En 2012 se casaron 131.922 parejas; en 2013, 123.810; en 2014, 119.266 y en 2015, 115.921.

La clara tendencia a la baja no se limita a un solo país, sino que las cifras son similares en todo el mundo. Cada vez hay menos matrimonios y más personas cohabitando, es decir, viviendo en unión libre.

Frente a esto, el pastor Juan Sebastián ratificó que “es dentro del matrimonio donde podemos disfrutar del regalo del sexo con la persona que amamos, y así engendrar generaciones que nos van a llenar de alegría”. A lo cual, la pastora Ana María agregó “es en el matrimonio donde somos más fuertes, somos mejores, porque si uno se cae, el otro lo levanta, si a uno le falta algo, el otro lo complementa”.

Afirmaciones que son respaldadas por un estudio reciente de la Universidad de Denver Colorado, que expuso cómo las parejas que deciden convivir en unión libre como anticipación, o en reemplazo del matrimonio tienen mayor probabilidad de separación que las parejas que decidieron casarse formalmente.

Por último, y tras analizar los múltiples beneficios que trae el matrimonio y que han sido comprobados científicamente, los Pastores enseñaron que “lo que nos puede ayudar a vencer los temores de enfrentar el matrimonio, es entender que la pareja no está sola, sino que se trata de un cordón de tres dobleces que no se rompe fácilmente; un cordón compuesto por un hombre, una mujer, y Cristo quien es el tercer y más importante integrante, quien completa la trenza, y estando presente en el matrimonio garantiza que aunque la familia pase por tempestades permanecerá firme hasta el final”.

Para conocer a mayor profundidad esta y muchas otras razones por las que este mito quedó desvirtuado, conéctate con “Sin Mitómanos” haciendo clic en el siguiente enlace.