Después de la apertura de nuestro pastor Ricardo Rodríguez, los invitados del reconocido Avivamiento de Toronto Canadá John y Carol Arnott trajeron la segunda enseñanza.

Fue un mensaje sanador con una unción de amor que llevó a miles al perdón.

John Arnott

Estamos a punto de entrar a un avivamiento nunca antes visto y Dios quiere que los creyentes tengan tres viajes:

El primero consigo mismo

El segundo hacia Dios

El tercero hacia los de los demás: El mandamiento más grande de toda la biblia, “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Tenemos un Dios que le importa tu corazón, Él quiere tu afecto, fidelidad y lealtad. Él espera de ti la sanidad a través del perdón y te invita como creyente a que vivas en el nivel de la gracia y la justicia. Mateo 18:21:35 Se acercó Pedro y dijo a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces? “Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Cuando no perdonas satanás se cree con el derecho legal de atacarte, la justicia es buena, pero la   misericordia es mejor, la ley es buena, pero la gracia es mejor.

Carol Arnott:

La importancia del perdón:

La gracia es un regalo de Dios, “yo tuve que perdonar a mi mamá, ella era una mujer controladora nunca me dijo que me amaba, todo el tiempo me ofendía, un día era amable, al día siguiente me acusaba y tuve que perdonarla mucho”.

Existen unas leyes, ley de honrar, ley de deshonrar y la palabra de Dios dice que Honres a tu padre y madre como Dios te lo ha mandado para que tengas larga vida y que te vaya bien en lo que el Señor te ha dado. Hay áreas en las que no los honramos, por lo tanto, no nos va a ir bien, porque existe la ley de la siembra y la cosecha.

Nosotros no merecemos el perdón, no juzgues a los demás si no quieres ser juzgado, necesitamos pedirle al Espíritu Santo que nos detenga y podamos entender a los que nos hieren y decirle al Señor “padre son tus hijos y aunque no lo entiendo los bendigo”. Dios es un Dios de amor y quiere bendecirnos.

En lo que juzgas a los demás te condenas a ti mismo. Hay cristianos en todo el mundo que caen en esa trampa y por no perdonar forman una raíz de amargura. Personas que por 20 años pueden tener un recuerdo de dolor fresco como si acabara de suceder.

¿Quieres ser libre?

Dios quiere que bajes a la gracia, trabaja en el en juicio y raíces de amargura que hay en ti.

Jhon Arnott:

Arrepiéntete por lo que hayas dicho y hecho y sube al escalón de la gracia y dales el perdón a tus ofensores, aunque no lo merezcan, lo mismo que Jesús te dio el perdón sin que lo merecieras.

Como ahora eres rico en gracia, vas a dejar ir a esas personas que te hicieron daño y quítale hoy tus llaves a satanás y se libre.