Nuestra relación con Dios es el corazón del cristianismo y, por ende, lo convierte en el blanco perfecto para ser atacado por Satanás.
Satanás siempre va a buscar la forma de sacarnos del lugar secreto y llevarnos por un camino de perdición, porque tenemos que entender que su único objetivo es matar, robar y destruir. (Juan 10:10)
Hablar hoy acerca de este tema puede ser algo muy sencillo y básico, pero a veces lo "básico y sencillo" en el Evangelio se termina convirtiendo en lo más complejo y difícil de llevar a cabo todos los días.
¿Cuáles son algunas de las señales de advertencia o alerta en nuestra relación con Dios?
A continuación, vamos a describir cuatro de ellas para permitir que nuestros ojos sean abiertos y no descuidar nuestro primer amor.
Estas señales de alerta pueden ser identificadas en cualquiera de nosotros, ya que no hay distinción de sexo, edad o cultura. Porque como bien nos enseña la Biblia: "Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer" - 1 Corintios 10:12 (NTV).
🚩 PRIORIDADES DESORDENADAS
Un ejemplo claro de una persona que tiene prioridades desordenadas lo podemos ver en la historia de Marta y María (Lucas 10:38-42).
El Señor Jesús visita la casa de estas dos mujeres, pero Marta estaba preocupada por las tareas cotidianas, mientras que María, según las palabras de Jesús, había elegido la mejor parte, una que no le iba a ser quitada. ¿Por qué? Porque María había elegido sentarse a los pies del Maestro con el único propósito de escuchar la palabra, de conocer los tesoros escondidos en el corazón del Señor.
"Apenas termine la tarea de la universidad"; "apenas haga los alimentos para mis hijitos"; "apenas termine de dormir a los niños" pueden ser algunas de las actitudes que nosotros tomamos, como la de Marta, y nos encontramos al final del día viendo cómo el espacio y el tiempo que le pertenecían al Señor se los dimos a todas nuestras ocupaciones.
Reflexionemos por un instante: ¿en qué gastamos nuestro tiempo durante el día?
🚩 LA FALTA DE ORACIÓN Y EL ESTUDIO DE LA PALABRA DE DIOS
En el Evangelio de Mateo, capítulo 25, leemos cuando Jesús enseña la parábola de las diez vírgenes. Cinco de ellas eran prudentes, mas las otras cinco insensatas no teniendo suficiente aceite en sus lámparas, cuando llegó el novio, no pudieron entrar con él a las bodas, cerrándose la puerta.
Lo mismo sucede con las personas que solo viven el resto de la semana con lo que reciben en un servicio el fin de semana en la iglesia, y durante la semana no tienen el deseo de orar y escudriñar la palabra de Dios.
¿El altar del Señor y el estudio de la palabra están caídos en tu vida? Es tiempo de levantarlos una vez más.
"Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado" Isaías 40:4-5.
🚩 AISLAMIENTO ESPIRITUAL
¿Qué quiere decir esto?
Por ejemplo, que ya no valoras la iglesia como cuerpo de Cristo. Por eso se escuchan frases como: "Dios está en todos lados, ¿para qué ir a la iglesia?" o "Yo no necesito oír a ningún pastor, ¿acaso Dios no me puede hablar a mí?"
Fuimos creados para relacionarnos y vivir en comunidad. No fuimos creados como llaneros solitarios espirituales.
El aislamiento espiritual es una señal preocupante de alerta porque cuando nos alejamos de nuestra comunidad de fe, podemos perder la perspectiva completa o el panorama completo espiritual, la visión y el camino de lo que Dios quiere para nosotros.
Recuerda, cuando Él regrese no va a venir por ti o por mí, Él viene por Su Iglesia, por Su Cuerpo, para que se una con la cabeza que es Cristo.
"No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca" Hebreos 10:25.
Ni el pecado ni las dificultades de la vida pueden llevarnos a aislarnos de la iglesia por miedo a que nos señalen o juzguen.
🚩 PÉRDIDA DE PASIÓN
Esta señal de alerta puede ser la consecuencia de no haber identificado a tiempo las tres anteriores, y ahora nos encontramos en que ya no nos entusiasma servirle al Señor o no nos entusiasma leer la Biblia y ya las cosas de Dios las tomamos como obligación y no por amor a Él.
"Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio! ¡Mira hasta dónde has caído! Vuélvete a mí y haz las obras que hacías al principio" Apocalipsis 2:4-5.
Te vuelves indolente, insensible a las realidades de las personas que te rodean y que necesitan que les hablemos y las llevemos al amor de Dios.
Tenemos que estar en ese constante amor: amarle a Él y amar al prójimo.
Que estas señales de alerta puedan servir para que examinemos nuestra vida y, como dice Apocalipsis 2:5, veamos dónde hemos caído para arrepentirnos y volver al primer amor.