El mundo atraviesa una situación difícil y diferente, una situación que con claridad va a fortalecer al pueblo de Dios y nos llevará a él, Sin mitómanos esta cargado de promesas, palabras proféticas, testimonios y mucha unción. En este programa se respondieron varias preguntas claves que se deben tener en cuenta sobre el COVID-19 teniendo como invitada a la doctora Mónica Camacho.

¿Qué realmente es el coronavirus?

-          Según la Organización Mundial de la Salud ha dicho sobre el COVID-19. Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como ocurre con el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

-          Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.

Queremos mencionar que inicialmente fue declarada brote, luego epidemia y finalmente PANDEMIA. ¿Cuál es la diferencia de estas tres?

-          Un brote epidémico es una clasificación usada en la epidemiología para denominar la aparición repentina de una enfermedad debida a una infección en un lugar específico y en un momento determinado. Por su parte, se cataloga como epidemia cuando una enfermedad se propaga activamente debido a que el brote se descontrola y se mantiene en el tiempo. De esta forma, aumenta el número de casos en un área geográfica concreta. Y finalmente, se considera pandemia, a una epidemia que afecte a más de un continente y que los casos de cada país ya no sean importados sino provocados por trasmisión comunitaria.

¿Cómo se propaga?

-          Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.

¿Quién corre más riesgo?

-          Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

El coronavirus no es una gripe o un refriado leve, por lo tanto, debemos conocer y aplicar cada una de las medidas de prevención necesarias para guardarnos y evitar el contagio del virus. También debemos saber que a pesar de que aparentemente el origen del coronavirus se debe al descuido del ser humano, a Dios no le ha tomado por sorpresa esto, pues el mismo Señor Jesús profetizó que esta sería una señal de los últimos tiempos; lo que no debe ocasionar que nos asustemos sino por el contrario, debe llevarnos a buscar la manera en que en medio de la crisis podamos predicar la Palabra de Dios eficazmente y al mismo tiempo, a clamar por misericordia y a estar alertas a la segunda venida del Señor.

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