Todos alguna vez en la vida hemos albergado excusas que nos impiden alcanzar las bendiciones que Dios tiene para cada uno de nosotros.
Lo más asombroso es que no somos los únicos que sacamos excusas cuando Dios desea bendecirnos, Jesús no enseñó la historia de un hombre que cierta vez organizó una gran cena, era una celebración espectacular, pero sucedió algo muy extraño. Este hombre envió a su empleado a invitar a personas que él mismo había puesto en un listado muy exclusivo, pero cada uno de los invitados tuvo una excusa para de una forma un tanto grosera, no atender la invitación que aquel hombre les había hecho.
Algunas de las excusas más comunes para no recibir las bendiciones de Dios, las pueden escuchar en este programa especialmente diseñado para ti.