¿Dios te dio una promesa y han pasado meses o años y no la has visto cumplida en tu vida? El Señor te dice: ¡Sigue creyendo!

Todos conocemos la frase popular: "La esperanza es lo último que se pierde". Pero, ¿sabes? Nuestra frase popular debería ser: "La esperanza es lo único que no se puede perder". Hay momentos en la vida donde nuestra fe puede ser golpeada por lo que nuestros ojos naturales ven, pero Dios quiere que esperemos en Él. Recuerda lo que dice Hebreos 10:38: "Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma".

¿Crees que para Abraham fue fácil esperar ver cumplida la promesa del Señor de darle un hijo? Había muchas circunstancias adversas: Abraham y Sara ya eran ancianos y Sara era esteril. Pero Abraham decidió creerle a Dios y le fue contado por justicia. La gran noticia es que Dios cumplió y le regaló su hijo Isaac. ¡Sí, el Señor cumplió! Porque Él no miente ni se arrepiente.

Dios no deja en vergüenza a los que en Él esperan

Tal vez eres el único en tu familia o en tu círculo de amigos que sigue creyendo en que Dios hará algo. ¡No te rindas! El Señor no te dejará en vergüenza y, sin duda, traerá respuesta a tu aflicción, no importa si tiene que ver con tu salud, economía, tu matrimonio o trabajo. No dejes de confiar en que Dios te ama y no es indiferente al desierto que estás atravesando. De hecho, en esos momentos donde más te sientes solo, es cuando Dios más está obrando en tu vida.

Dios nunca llega tarde

Repite esta oración con todo tu corazón: Gracias, Señor, porque eres grande, eres bueno, eres fiel y Tú nunca llegas tarde. Yo decido esperar en ti, pero te pido que renueves mis fuerzas y cumplas todas tus promesas en mi vida. Yo sé que no me dejarás en vergüenza.

En el nombre de Cristo Jesús. Amén.