Cuando pasamos por los momentos más difíciles en nuestra vida, muchas veces creemos que Dios se olvidó de nosotros. Pero eso es absolutamente falso, el Señor prometió estar con nosotros hasta el fin del mundo.

Es normal sentirnos solos en la prueba, pero, aunque no veamos a Dios; incluso, si a veces no lo sentimos, es cuando más presente está el Señor. Él nos lo recuerda en el Salmo 23;4: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”.

En la Biblia hay un sinnúmero de ejemplos de esta gran verdad. Uno de ellos es el de Agar, la sierva egipcia de Sara, que huyó al desierto tras ser afligida por su señora. Pero hasta allí llegó el Señor y, además de darle nombre al hijo que estaba esperando, le dio una gran promesa: “Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud”, Génesis 16;10.

Si buscas al Señor, Él siempre estará contigo

Esto es muy importante porque si convertimos al Señor el centro de nuestra vida sin duda Él estará con nosotros todo el tiempo. Su Palabra lo dice: “Acercaos a Dios y Él se acercará a vosotros”: Santiago 4;8. ¿Dios es tu primer pensamiento al despertar? ¿Lo saludas con un “buenos días, Señor”? ¿Lo reconoces en todos tus caminos? Aun mientras duermes, Él vela sobre ti.

Dios es invisible, pero te ve

¿Recuerdas la historia de Natanael? Este discípulo de Jesús tuvo un encuentro especial con Él cuando fue llamado para seguirlo. ¡Jesús lo vio desde antes! “Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”, Juan 1:48. Seguramente, Natanael estaba buscando al Señor en ese momento.

Así que, no dejes que satanás te venda la mentira de que Dios no está contigo durante la prueba. Como un maestro con sus alumnos durante una prueba, el Señor puede hacer silencio, pero está más presente que nunca. Te ama, te cuida, te lleva en sus brazos y te enseñará a vivir por fe y no por vista.