¡2017 Año de las más grandes conquistas! Esta fue la promesa que Dios nos dio para este año, y cada fin de semana nos añade más, un nuevo tiempo, restitución, justicia, gracia y favor, y un sin número de bendiciones y promesas que Él ya tiene preparadas para cada uno de nosotros.

Pero este pasado Domingo 12 de marzo, el Pastor Ricardo Rodríguez, nos hizo una ilustración con la mujer cananea, quien le rogaba a Jesús por un milagro para su hija, pero aún no era el tiempo de ellos, pues el Señor había venido primero a los suyos, a los judíos, para mostrarles el cumplimiento de las promesas de Dios, luego seguiría a los gentiles y a todo aquel que creyera. Así que esta mujer cuando Jesús le dijo que no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos, en un acto de fe hizo una declaración que movió el corazón de Jesús, pues le dijo: “Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Al ver la fe de esta mujer, el Señor le concedió lo que ella pedía, y su hija fue sana desde aquella hora.

Si analizamos un poco la actitud de esta mujer, lo que vemos es que ella tenía hambre de Dios, anhelaba la bendición, y no se detuvo aun cuando recibió una negativa del Señor, sino que perseveró y consiguió su milagro. Pero lamentablemente no todas las personas reaccionan igual ante la bendición, y de ese otro grupo de personas fue del que el Pastor Ricardo Rodríguez nos estuvo hablando el pasado Domingo, aquellas personas que menosprecian la bendición, y es que Dios tiene una mesa servida para los hijos de Dios, y no es cualquier mesa, porque si con solo las migajas esta mujer obtuvo la sanidad de su hija, imagínate el gran banquete que Dios tiene preparado para Sus hijos.

Entonces te preguntarás: ¿Para quién es toda esta bendición que Dios tiene ya preparada? pues bien, es para gente apasionada por Dios, para todos aquellos que están por Jehová, que creen a Sus promesas, que desean la bendición, pero sobre todo que desean desesperadamente a Él.

Así que es tiempo de pensar de cual grupo de personas quieres ser. Si decides ser de los que como la mujer cananea están dispuestos a todo por la bendición, pues la deseas, entonces levántate y dile a Dios que envíe sobre ti Su favor, que te dé el aceite de la roca, y que la bendición del que se va a perder, venga sobre ti, que lo que otros han despreciado y menospreciado tú lo reclamas para ti y para tu casa.

“Si nadie lo toma, yo lo quiero”