¿Alguna vez has sentido que la promesa que Dios te dio se ha perdido en medio de la oscuridad? ¿Has recibido una palabra, una unción, una visión… y sin embargo, ahora todo parece ir mal? Si es así, esta palabra es para ti: la visión se cumplirá.
Vivimos tiempos en los que muchos dicen: “los días pasan y no sucede nada”. Es el refrán que Dios denunció en Ezequiel 12, cuando el pueblo se había acostumbrado a ver las promesas como algo lejano, sin esperanza de cumplimiento. Pero Dios respondió con firmeza: “Haré cesar ese refrán… se han acercado aquellos días y el cumplimiento de toda visión.”
La espera puede ser la parte más difícil del proceso. Jesús lo explicó con la parábola del sembrador en Marcos 4: el Reino de Dios es como un hombre que siembra y luego espera. La semilla brota, pero no de inmediato. Primero, nada se ve. Luego, una hojita. Después, la espiga. Hasta que por fin llega el fruto maduro y la siega.
Así es con las promesas de Dios. Primero viene la palabra, luego el tiempo de espera… y finalmente, el cumplimiento.
Muchos hemos sembrado con lágrimas, confiando en lo que Dios nos dijo años atrás. Hemos escrito sueños, visiones y palabras que ardieron en nuestro corazón. Y aunque el tiempo ha pasado y el silencio ha parecido prolongado, Dios no se ha olvidado. Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse. Lo que Él prometió, lo cumplirá.
Hebreos 6:12 nos recuerda que es con fe y paciencia que se alcanzan las promesas. No con prisa. No con ansiedad. Sino creyendo firmemente, incluso cuando no vemos nada.
Dios le dio palabra a Elías, y aunque vino sequía, hambre y soledad, también vino provisión sobrenatural. Cuervos, un arroyo, una viuda… todo fue parte del proceso. Dios jamás lo dejó solo. Y a ti tampoco te dejará.
Así que hoy levanta tu corazón, tu fe y tu esperanza. Esa pequeña hoja que viste brotar es señal de que hay vida bajo tierra. Aunque el campo parezca vacío, la semilla está obrando en lo secreto. Cuando menos lo esperes, verás que ha crecido. La visión se cumplirá.
Es tiempo de creer. Es tiempo de esperar. Y pronto será tiempo de cosechar.