Cantares 2:10-12
Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.
Para los judíos este pasaje del libro de Cantares en el que se habla de la voz de la paloma, es la voz del Espíritu de Dios anunciando salvación, anunciando liberación, anunciando prosperidad, anunciando victoria, anunciando auxilio, anunciando ayuda.
Al leer los Evangelios, el anuncio inicial es Juan el Bautista para preparar al pueblo porque el Señor venía, pero la promesa de Juan es que aquel que vendría los bautizaría con Espíritu Santo y fuego. Anunciar el Espíritu Santo para Israel era anunciar la salvación, la liberación la prosperidad, la victoria y el auxilio de Dios.
Jesús, lleno del Espíritu Santo, fue a Nazaret y comenzó a leer: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” Lucas 4:18-19.
Cada vez que el Espíritu Santo desciende, y es lo que conocemos como un Avivamiento, es un anuncio de la Paloma, que llegaron tiempos de salvación, de bendición.
Cuando el Espíritu era derramado, y el Evangelio de Lucas comienza a hablar de estos derramamientos del Espíritu, hay un cántico nuevo, el Espíritu viene sobre Elisabeth y ella exalta al Señor, viene sobre María y ella exalta al Señor, viene sobre Zacarías y él exalta al Señor, viene sobre Simeón y exalta al Señor, en Hechos 2 viene y ellos declaran las maravillas del Señor; hay un cántico ligado al derramamiento del Espíritu.
Cuando el Espíritu Santo vino en los días de Wesley comenzaron a producir coros nuevos, y esto lo digo para que entiendan por qué en Avivamiento hay coros nacidos aquí, no es para presunción de nosotros como pastores que no queremos cantar la música comercial cristiana, ¡No! Es que los Avivamientos tienen su propia melodía.
David tenía su propia melodía, había un movimiento en los días de Wesley, escribían sus propios coros, Lutero escribía los coros del Avivamiento, y nosotros escribimos los coros del Avivamiento.
El Espíritu Santo fue derramado sobre Wesley y hubo coros, la Palabra, arrepentimiento y salvación, porque esa nación, Inglaterra, fue libre de una guerra civil, porque había un Avivamiento.
Charles Finney, a causa del Avivamiento hubo salvación en toda la parte norte del Estado de Nueva York.
Gales, si nos devolviéramos 100 años atrás, era una zona de mineros, sus palabras llenas de vulgaridades, pero luego, por causa del Avivamiento, se oían en las minas los cánticos del Avivamiento, la gente alabando a Dios mientras trabajaban, salían esos obreros con las manos llenas de carbón, pero con sus Biblias en sus manos, porque en sus recesos tenían tiempos de la lectura bíblica, las oficinas, las calles, los bares, eran lugares de estudio bíblico.
En el año 93, el Espíritu Santo visitó este lugar, profetas habían venido a Colombia para decir que habría un Avivamiento para el mundo hispano, pero jamás se pensó que el Espíritu Santo iba a tocar esta ciudad, Bogotá, la más fría de Colombia en asuntos de la fe. Pero Él tocó esta ciudad y ahora es increíble, hay un Avivamiento y se respira la gloria de Dios en toda la ciudad. ¡La voz de la paloma se está escuchando en nuestro país!
• Humildad:
Él hace habitar Su Espíritu con los humildes. “…aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón…” Mateo 11:29
De Moisés dice que era el hombre más manso sobre la tierra.
“Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados” Isaías 57:15.
Así que la dirección donde vive el Espíritu Santo, es en la CASA DEL HUMILDE. Él mira al altivo de lejos, no vive en el barrio del altivo, vive en la casa del humilde, del que reconoce sus propias limitaciones, el que sabe su debilidad.
Dios escoge lo vil del mundo y lo menospreciado, Él escoge al pobre, lo vil, menospreciado y lo pone en lugares de honra, Él habita en la casa del humilde.
Las espigas entre más fruto tienen están más dobladas, entre más Dios nos use, más humildad demanda. No hay otra forma.
• Fe:
“Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” Juan 11:40
El Espíritu Santo vive en la CASA DEL QUE CREE, Es tiempo de creer. Cuando tú crees vas a ver la gloria de Dios en tu vida.
Dios da una palabra y Él espera que actuemos conforme a esa Palabra. Así que si quieres seguir viendo la gloria de Dios, debes creer.
• Rendición:
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21.
Lo que Dios diga, obediencia absoluta al Espíritu Santo, Él es el líder del Avivamiento, no puede ser de otra forma.
Jueces enseña como el Espíritu de Dios les decía cuando ir a la guerra. Él es el líder, Gedeón, Josué, Moisés. Él dice ir y debemos ir, lo que Él diga, Él es el líder del Avivamiento.
El Espíritu Santo habita en la CASA DEL QUE LE OBEDECE.
• No tocar Su gloria:
“Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” Isaías 42:8.
Si tenemos un Avivamiento, no es por los cantos, por la orquesta, por el discipulado, por el seminario bíblico, la organización o el equipo de trabajo, sino que cuando vean un Avivamiento lo único que puedan leer es: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” Zacarías 4:6.
El Espíritu Santo habita en la casa del que no toca Su gloria, de aquel que le da la gloria a Dios por todo.