¿Crees que Dios está preparando las bendiciones que prometió entregarte? Pues no, no es así. ¡Dios ya las tiene preparadas para ti! Cuando Dios te dice algo, puedes tener la seguridad de que eso ya está hecho.
Los cristianos a veces no somos conscientes del poder que tienen las palabras de Dios. La Biblia claramente nos enseña que el Señor no miente ni se arrepiente. Cuando Él abre su boca para prometerte algo, al mismo tiempo está ordenando que eso se convierta en una realidad.
Aunque nuestros ojos no puedan verlas, las promesas de Dios para nosotros ya son una realidad en el mundo espiritual y solo será cuestión de tiempo para verlas en el mundo natural, ¡ya llevan nuestro nombre!
Dios dice algo, Dios los cumple
Recuerda lo que el Señor nos dice en 2 Corintios 1:20: "Porque todas las promesas de Dios son en Él sí, y en Él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios".
No desmayes en tu fe. Aunque lo que estés viviendo sea todo lo contrario a lo que Dios te dijo, ¡Sigue creyendo! ¡Sigue confiando! Porque fiel es quien te lo prometió. Pronto vendrán tiempos mejores para ti: "Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría", Salmos 30:5.
Confía en Dios que es fiel a sus promesas
Repite esta corta oración con todo tu corazón: "Señor, porque tú eres fiel, yo puedo confiar en tus promesas. Hoy decido creerte aunque esté en la prueba. Creo que pronto, más pronto de lo que llegue a imaginar, mis ojos verán aquello que me has prometido. Gracias por amarme, eres suficiente para mí. En el nombre de Cristo Jesús, Amén".
Cambia tu tristeza en alegría y prepárate para recibir todo lo que el Señor prometió darte.