La unción es el poder y la gloria de Dios, la presencia del Espíritu Santo. Y cuando Dios unge a una persona, da unas primeras señales que van creciendo y es lo que hemos denominado niveles de unción. Para los creyentes hay diferentes tipos o niveles de unción, los cuales queremos compartir contigo en este momento:
1. El primer testimonio: Cuando te conviertes a Dios, el Espíritu Santo viene sobre ti y toca tu vida, es el sello de Dios que te hace una nueva persona. Este es el primer testimonio. Después de esto, quieres hablar a otros de Jesús, pues si naciste de nuevo, es imposible quedarte callado.
2. El servicio: Hay una unción diferente que es para el servicio. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” Hechos 1:8. Esta unción que recibes cuando el Espíritu Santo viene sobre tu vida, es una unción para servir a Jesús.
3. Aroma de Jesús: La unción crece si tú buscas y adoras a Dios. Este tercer nivel de unción hace que los demonios comiencen a retroceder y que deja en tu vida el aroma de Jesús.
4. Dedo de Dios es éste: Hay un nivel de unción superior y diferente que hace que la gente diga: ¡Dedo de Dios es este! Es el nivel de un pueblo que se rinde a Dios, que hace lo que Él diga, sin cuestionar. Este tipo de unción sólo viene con la obediencia y la rendición total a Dios. “Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen” Hechos 5:32.
“Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva piojos por todo el país de Egipto. Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió piojos en todo el país de Egipto. Y los hechiceros hicieron así también, para sacar piojos con sus encantamientos; pero no pudieron. Y hubo piojos tanto en los hombres como en las bestias. Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste” Éxodo 8:16-19.
Cuando la Biblia habla del dedo o la mano de Dios, está hablando del Espíritu Santo, por eso, debes tener claro que Dios no está demandando de ti que seas un gran hombre, un sabio, un rico, un elocuente, sino alguien que se rinda completamente a Él, porque si lo haces, recibirás este cuarto nivel de unción, en el que Dios hará cosas tan grandes contigo, que la gente dirá: “Es el dedo de Dios”.