Billy Graham (1918-2018)
Hoy, el mundo cristiano lamenta la pérdida del hombre cuyo ministerio evangelista de talla global permeó todas las esferas de la sociedad, impactando con el mensaje del evangelio a monarcas, dictadores, presidentes de potencias mundiales, personajes influyentes y cientos de millones de personas en sus cruzadas masivas en más de 185 países; sin contar el impacto de sus programas radiales y televisivos.
Un modelo de integridad y de humildad en su servicio al Señor que honramos hoy, pues nos deja un legado eterno, motivándonos a correr la carrera con nuestros ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, hasta el último de nuestros días. Así, como él podremos decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).