Muchos saben la teología correcta del Espíritu Santo, la pneumatología, que el Espíritu Santo es Dios, y como es Dios, es omnipotente, omnisciente, eterno, omnipresente y lo encuentras en la Escritura, Él es Dios y se revela como persona con intelecto, sentimientos y voluntad. Pero una cosa es saberlo en la cabeza, y otra en el corazón. Una cosa es tener el conocimiento y otra cosa es tener la revelación, es muy diferente.
Debe ser quitado el velo, para entender, es la revelación, saber que el Espíritu Santo es una persona, y que puedes hablarle a Él. Ciertamente nuestra oración debe ser dirigida al Padre siempre, en el nombre del Hijo, pero es en el espíritu, es el Espíritu Santo el que te ayuda a orar. Cuando entiendes que puedes hablarle a Él, tener comunión con Él, tener amistad con Él.