Algunas veces, cuando Dios nos da una promesa, nos quedamos pensando en ¿cómo Dios lo hará? O pensamos en nuestras limitaciones. En peores casos, tratamos de ayudarle al Señor. ¡Descansa en Dios porque Él cumple todo lo que te promete!

No necesitas saber cómo Dios lo hará

Cuando Dios le prometió a Abraham que le daría un hijo, él ya era un hombre mayor, aun así, decidió creerle al Señor. Y ¿sabes qué? Pasaron 25 años y él siguió esperando esa promesa. Dios cumplió su palabra y le entregó su Isaac. Abraham no sabía cómo ni cuándo Dios le daría a su hijo, pero le creyó al Señor.

¿Dios te prometió bendecirte económicamente, pero no tienes ni para el bus? ¿Te ha prometido un hijo, pero eres estéril? ¿Te prometió un esposo, pero llevas muchos años soltero o soltera? No necesitas saber cuándo se va a cumplir esa promesa, solo debes descansar en Dios porque sin duda Él lo va a hacer.

Las promesas de Dios ponen a prueba tu fe

“Hasta la hora que se cumplió su palabra, El dicho de Jehová le probó”, Salmos 105:19. A veces perdemos hasta el sueño pensando en cómo Dios hará lo que nos prometió. Nuestra mente es tan limitada que le es imposible entender el poder del Señor y cómo hará que sucedan todas las cosas.

Tu deber no es entender los planes de Dios, tampoco lo es saber cuándo se convertirán en una realidad. Tu deber es creerle al Señor aun cuando tus ojos vean todo lo contrario. Pídele al Señor que avive tu fe y que te prepare para recibir todas las bendiciones que dijo que pondrá en tus manos.

Decide hoy tener una actitud de agradecimiento. Busca al Señor con todo tu corazón y gózate en la vida que estás viviendo en el presente, porque el Señor no ha dejado de amarte, también te cuida y está probando tu fe.