Como hijos de Dios es normal sentirnos cansados o cargados, ya sea por alguna situación con nuestra familia, nuestra economía, nuestras relaciones interpersonales o en el ministerio donde el Señor nos puso. ¿Te sientes así? ¡El Espíritu Santo es lo que necesitas!

La unción que renueva fuerzas

¡No tengas miedo! El Espíritu de Dios puede renovar tus fuerzas y darte lo que necesitas para cumplir cualquier tarea que te haya asignado. Y no solo eso, podrás disfrutar de todas las bendiciones que Él te dio con un corazón renovado y lleno de gozo.

Hay un sinnúmero de hombres de Dios en la Biblia que se sintieron agobiados por la carga ministerial. Uno de ellos fue Moisés. ¿Te imaginas llevar la carga que llevaba este hombre por todo el pueblo de Israel? El pueblo se quejaba constantemente y un día le reclamó a Moisés porque deseaban comer carne. Moisés estaba tan cansado que le pidió al Señor que le quitara la vida. Tremendo, ¿verdad?

Pero, ¿cuál fue la respuesta de Dios ante esta carga? Lo podemos leer en Números 11:16, 17: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo”.

¿Te han criticado o difamado? No estás solo, el Espíritu Santo te defiende

¡Créelo, porque es así! No intentes arreglar la situación en tus fuerzas, porque sin duda vas a fracasar. La Palabra del Señor es clara cuando dice “mía es la venganza, yo pagaré”. Recuerda lo que dice Zacarías 4:6: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”.

El Espíritu Santo es tu amigo y te defenderá. Nada de lo que hagas con todo tu corazón para el Señor será en vano. Él te envía a la batalla, pero no te envía solo. ¡Pídele al Espíritu Santo que te llene con su unción y renueve tus fuerzas!