¿Alguna vez has sentido que Dios se ha olvidado de ti? ¿Que el proceso que estás viviendo es demasiado largo, difícil o incluso injusto? Si esa ha sido tu sensación, este mensaje es para ti.
Hoy Dios te dice con mucho amor: “Te tengo esculpida en Mi mano”.
Dios está más presente en el proceso que en la promesa
Es fácil amar las promesas, pero a veces nos cuesta amar el proceso. Sin embargo, Dios no solo está contigo cuando las promesas se cumplen, está aún más cerca en medio del proceso. ¿Por qué? Porque es ahí donde te moldea, te forma, te purifica.
Jesús lo dijo en la cruz: “Consumado es”. Con eso, todas las promesas se activaron para ti. Pero eso no significa que todo llegue de inmediato. El proceso es parte de la fidelidad de Dios. Aunque sientas que estás en pausa, Él sigue obrando.
Dios escucha TODO
Sí, todo. Incluso lo que susurras en tu habitación, lo que ni te atreves a decir en voz alta. Dios escuchó a Ismael llorar en el desierto. No fue una oración elaborada ni una alabanza, fue un llanto… y aun así, el cielo se movió.
Tus palabras, tus pensamientos, tus lágrimas… no pasan desapercibidos. Dios está atento a ti y registra incluso cuando simplemente piensas en Su nombre (Malaquías lo confirma: Él tiene un “libro de memorias”).
Dios prepara un día especial para ti
Tal vez no sabes cuándo, pero Dios sí tiene marcado un día para responder. Lo hizo con Israel en Egipto, lo hizo con Ana, con José, con Hagar… y lo hará contigo. Su calendario no se atrasa ni un segundo.
Mientras tanto, ¿qué puedes hacer? Estar listo. Seguir caminando. No rendirte. Orar con fe. Esperar con esperanza.
Estamos siendo esculpidos con propósito
A veces te preguntas por qué estás pasando por tantas cosas que no entiendes. La respuesta no siempre es inmediata, pero sí es clara: estás siendo esculpido. No estás siendo golpeado al azar. Estás siendo moldeado por las manos del Alfarero.
¿Recuerdas a José? Trece años de pruebas lo prepararon para gobernar Egipto. ¿Y Ana? Su esterilidad la posicionó para ser la madre de un gran profeta. Tu proceso no es pérdida, es preparación.
😊 Alégrate en medio del fuego
No es fácil… pero sí es posible. A pesar del dolor, toma una decisión: Vamos a regocijarnos en el Señor. Porque Él es tu fuerza. Porque, aunque no entiendas el proceso, puedes confiar en que no será en vano.
Dios es bueno. Nunca olvida. No abandona. Y te tiene esculpido en Su mano.
🙏🏽 Un consejo para ti hoy:
Tómate unos minutos y dile a Dios:
“Gracias por el proceso. Aunque no lo entienda, sé que estás obrando. No me has olvidado. Estás conmigo. Te pertenezco y confío en ti.”
Escucha este mensaje