Cuando fui bautizado con el Espíritu Santo, no era pastor, hasta ahora estaba aprendiendo, pero junto con mi esposa teníamos mucha hambre de Dios. Así que tan pronto lo recibí, comencé a ministrarlo a otras personas; esto nadie me lo enseñó, yo sólo sabía lo que significaba el bautismo del Espíritu Santo y que me lo acababa de dar el Señor, así que estaba tan emocionado que quería compartirlo con todo el que se me cruzara por el frente.
Me invitaron a un grupo a testificar, allí resulté orando por la gente y ellos recibieron el bautismo del Espíritu Santo, después estaba reunido con un amigo y comencé a hablarle acerca del Espíritu Santo, que es una promesa de Dios que está en la Biblia y tenía la evidencia de hablar en otras lenguas… estaba en medio de mi conversación, cuando de repente un hermano mío que estaba presente y siempre nos resistía, cruzado de brazos dijo: “No, no necesariamente tiene que ser el don de lenguas, hay otros dones como el amor o la fe”.
Esto era algo que yo acababa de leer, no habían pasado 48 horas desde que lo recibí, y como yo estaba convencido de que era de Dios y creía a Su palabra, cité verso que está en Marcos 16:17: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas” y le dije a mi amigo: Vamos a hacer una cosa, yo te voy a poner las manos, sino recibes el bautismo del Espíritu Santo, todo lo que te dije es mentira, pero si lo recibes, todo lo que él te dice es mentira, y le puse las manos y le dije: “Recibe en el nombre de Jesús” e inmediatamente él comenzó a orar en lenguas, y mientras lo hacía, el Espíritu Santo le habló y le dijo que yo iba a ser su pastor. Estoy hablando de muchos años atrás, yo ni siquiera era pastor, era un creyente recién empezando en Sus caminos, pero el Espíritu Santo le habló, y 10 años después de haber comenzado nuestro ministerio, él entró por las puertas de la iglesia y desde ese entonces es miembro del Centro Mundial del Avivamiento.
En ese momento yo tenía que tomar una decisión: creerle a Dios o creer en el pensamiento religioso de mi hermano, pero escogí creerle a Él y a Su palabra, y fue entonces cuando encontré este pozo de bendición que quedó abierto para nuestra generación.
De la misma manera, a lo largo de la historia, aquél que encontraba pozos, verdades ocultas sepultadas por años, eran atacados fuertemente, pero el pozo quedaba abierto y finalmente reconocían que era de Dios. Este fue el caso de Martin Lutero, quien descubrió en la Biblia que la salvación no era por obras, sino por la fe; por supuesto que se desató una gran guerra que llevó a una reforma en toda Europa, pero luego, muchos tuvieron que reconocer que Dios estaba con Lutero.
Así como Dios lo ha hecho en lo espiritual, quiere también hacerlo en lo material, en lo familiar, en los sueños, y aunque el enemigo querrá oponerse, debes saber que Dios quiere que destapes estos pozos de bendición, y por eso, hoy te traemos 2 llaves, con las cuales podrás lograrlo:
1. La palabra de Dios: Es necesariotener una palabra de Dios y creerla, este fue el caso de Isaac en Génesis 26, Dios le dijo que a pesar del hambre que había venido a la tierra, no se fuera de Egipto sino que sembrara en el desierto y él lo prosperaría, y así ocurrió, la tierra dio fruto al ciento por uno, incluso, cuando vino la persecución, el comenzó a abrir esos pozos antiguos y todos prosperaban, el agua iba a donde él iba, porque creyó a la palabra que Dios le dio y se movió conforme a ella. Cuando tú tienes una promesa de parte de Dios, no importan tus fuerzas, lo único que debes saber es que Dios ya la envió, y que la tierra responde a la palabra de Dios.
2. Determinación: Abrir pozos no es para gente inconstante, sino para gente que es radical hasta el final, para aquellos que perseveran en la oración y en la fe, hasta que se abra el pozo; tal como lo hizo Isaac, que, insistió y abrió un pozo y otro y otro. Las aguas vivas son para el que persiste, para el que persevera en lo que Dios ha dicho.
Tal vez hoy seas el objeto de la burla, pero si quieres las aguas vivas en tu vida, en tu familia y ministerio, debes creer a Jesús y a Su Palabra y perseverar, porque sólo entonces, Dios te va a abrir esas fuentes de bendición, y todos reconocerán que Dios está contigo, pues dónde pongas tú mano todo prosperará.
¿Estás determinado a alcanzar tu bendición? Te esperamos en Avivamiento