Queremos referirnos en este momento a 2 tipos de creyentes que se ven en nuestras iglesias, y los cuales describiremos a continuación:
1. Sárkinos: Este tipo de creyente es carnal, inmaduro, mundano, meramente humano, que pertenece a este mundo. Aunque es cristiano, es guiado por su mente natural, tiene celos, envidias, contiendas, no crece y el Espíritu Santo que está en ellos, es un residente que habita en la última habitación de su corazón. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” Apocalipsis 3:20. Si eres de este tipo de creyentes, debes saber que esto no es lo que Dios quiere, Él desea y se merece el mejor lugar en tu vida, ser el primero y más importante.
Estos creyentes naturales, no tienen la capacidad de reproducirse, de ganar a otros para Cristo, hay que estarlos cargando todo el tiempo, y enseñándoles lo mismo una y otra vez; son inconstantes, siempre se están quejando y no conquistan. ¡Son carnales! Y por esto no entran en la dimensión de las bendiciones que Dios tiene para ellos.
2. Pneumatikós: Este segundo grupo es exclusivo, son los cristianos espirituales, no son simpatizantes o niños en Cristo, no son mundanos, ni carnales, sino que son apasionados por el Espíritu Santo y por la obra de Dios. En la Biblia nos habla del voto del nazareo, que consistía en ser apartado y consagrado a Dios. (Ver Números 6:2-5)
Esta es la nueva generación que Dios quiere levantar en este tiempo, hombres espirituales, que no son adictos al mundo, ni a la pornografía o las drogas, sino adictos al Señor Jesucristo, son como los nazareos, consagrados, no dados al vino. Hombres y mujeres como José, de los cuales puedan decir: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el espíritu de Dios? Génesis 41:38
Debes saber que creyentes que son carnales se encuentran en cualquier esquina, dados al mundo y a la tibieza, con poca comida espiritual y poca relación con el Padre. Pero Dios está diciendo en este tiempo: “Necesito “Pneumatikós”, creyentes llenos del Espíritu Santo, porque voy a hacer con ellos algo que va a trastornar a América Latina”. Dios tiene cosas tremendas para el que decida consagrase a Él, para aquel que hoy diga: ¡Basta ya de ser un carnal y mundano!