El pasado Viernes 24 de febrero, celebramos en el Centro Mundial de Avivamiento el Aniversario número 24 del Pentecostés de Avivamiento. Fue una celebración llena de la Gloria y la Presencia de Dios, donde miles y miles de personas en Bogotá y en cada una de las sedes del Avivamiento en Colombia y el mundo, nos reunimos para agradecer a Dios por enviar Su Espíritu Santo a este ministerio, para honrarlo y glorificarlo por cada una de los milagros y señales de los cuales hemos sido testigos durante estos 24 años.

Los Pastores Ricardo y María Patricia Rodríguez nos llevaron en un viaje por el tiempo, y literalmente pudimos estar sentados en la sala de su casa compartiendo los inicios de este glorioso Avivamiento.

Y es que fue precisamente allí, en la sala de su apartamento, donde comenzó, lo que hoy es conocido en todo el mundo como el Centro Mundial de Avivamiento. Los inicios no fueron fáciles, probaron muchos métodos como obras de teatro, predicar a las personas que hacían fila para entrar a los teatros, salir a las calles con antorchas durante el racionamiento de luz que hubo por esa época en nuestro país, predicar con un megáfono, en fin, muchas y desgastantes actividades que no trajeron ningún fruto de crecimiento a la iglesia. Finalmente, una noche el Pastor empezó en su mente a hacer cuentas, pues él estaba discipulando a 10 líderes, y si esos a su vez llevaban 10 personas y cada uno de esos otros 10, la iglesia en un par de meses iba a crecer significativamente, y mientras se encontraba haciendo cuentas por un lado y otro, vino la voz de Dios a su Espíritu y le dijo: “No busques números, trae mi presencia a la Iglesia”.

Fue así como dejando de lado todas esas estrategias humanas, los Pastores Ricardo y Ma. Patricia Rodríguez, decidieron obedecer la voz de Dios, entrando en una búsqueda incansable de Su presencia, tiempo durante el cual Dios fue dándoles 4 llaves para traer y conservar Su presencia:

  • Humildad

  • Fe

  • Rendición

  • No tocar Su gloria

El Domingo siguiente, el 28 de febrero del año 1993, mientras el Pastor Ricardo predicaba acerca del Espíritu Santo, la presencia del Señor descendió de una forma sobrenatural, transformando por completo la vida de los allí presentes, y ha sido evidente el fruto y el crecimiento de este ministerio, hasta convertirse en lo que tú y yo conocemos y vemos cada Viernes y Domingo en el Centro Mundial de Avivamiento.

Desde entonces ha sido un Río de la gloria de Dios, en el que hemos podido ser testigos de miles de milagros, vidas transformadas, hogares restaurados y la presencia de Dios en medio de todos nosotros.

La celebración concluyó en medio de un acto simbólico, donde todos los asistentes sacaron un pañuelo blanco, que es algo que culturalmente en nuestro país se hacía cuando venía alguna personalidad, y que miles y miles hicimos, conmemorando y honrando la presencia de Dios en medio nuestro y diciendo a una sola voz: “Espíritu Santo, mi mejor amigo… por siempre lo serás”.

Haz un pacto con Dios de cuidar Su presencia, y hoy dile como David en el Salmo 27:4

“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”.