Mateo 21 nos muestra cómo Jesús entró a Jerusalén en un pollino, la multitud era numerosa y muchos ponían sus mantos, ramas para clamar: “Hosanna” y así honrar al Señor.

Cuenta la Biblia que cuando Jesús entró al templo hecho fuera los que vendían y puso orden, además sanó a los enfermos. De este capítulo y de los otros evangelios podemos saber lo que debe pasar en el templo y lo que no debe pasar.

A Jesús no le agradó la mercadería, los cambistas, había personas de diferentes naciones para tener actividades comerciales, estaban los que vendían ovejas y palomas para el sacrificio, era un negocio adentro del templo y no le gustó, de manera que lo sacó.

Pero también mostró lo que debía pasar:

1.       Los jóvenes alababan a Dios y Jesús lo aprobó, lo sustentó con la escritura.

2.       Jesús hizo que su casa fuera una casa de oración y eso es lo que debe pasar hoy en día.

3.       Jesús también sanó a quienes estaban enfermos, a los ciegos, cojos, en el templo se vivieron milagros

4.       Jesús también uso el templo como un lugar para predicar.

Así que no podemos parar el mover de Dios, debemos hacer como lo hizo el Señor, tenemos que ser una iglesia que vive en el fuego, tenemos que ser una iglesia que agrade al Señor, que alegre Su corazón, que viva como Jesús nos enseñó.