Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo.  (Deuteronomio 20:8)

Dios decretó sobre este año que seriamos pioneros y conquistadores y para esto es necesario dotarnos de características como: Tener una motivación, visión clara, determinación, esfuerzo, perseverancia, etc. Y obvio que todos en algún momento de nuestras vidas quisiéramos ser pioneros, abrir brecha a otros y hacer posible lo que parecía imposible e inalcanzable. Pero además de todas las características anteriores debemos saber que existen personas que pueden llegar a robarnos la fe y estos son los dichosos pusilánimes, es decir, aquellas personas que muestran poco ánimo y falta de valor para emprender acciones, enfrentarse a peligros o dificultades o soportar desgracias. Los pusilánimes se rinden fácilmente, pero un pionero persevera hasta alcanzar la meta que se ha propuesto.

“Lo peor que puedes hacer es oír los pesimistas. Ellos nos roban la fe. Pero la escritura dice: Dios no nos ha dado espíritu de cobardía sino de poder, amor y dominio propio”. Ps Ricardo Rodríguez

Para convertirnos en verdaderos pioneros es necesario tomarnos de la mano de Dios, sacar de nuestra vida aquellos pusilánimes que nos desaniman y ser guiados por el Espíritu Santo, quien nos ayudará a enfrentar las adversidades, dificultades y nos capacitará con todo lo que necesitamos para ser pioneros y conquistadores.

“Un pusilánime que se desanima y solo critica ni es un incrédulo. Y si este año sentimos en el espíritu que era un año del éxodo. ¿Que sigue después del éxodo? Sigue la conquista” Ps Ricardo Rodríguez