Efesios 5:15-20

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

La palabra griega que se usa allí es “kairós”, la oportunidad de Dios, el chance, el tiempo favorable o el momento oportuno.

Nuestro Dios se mueve en tiempos, como una cosecha; y cuando es el momento de la cosecha sino se recoge la cosecha se pierde; no es algo que se pueda aplazar porque se pierde.

Eclesiastés dice que hay tiempo para todo, y se refiere al kairós. Pero lo que Dios espera es que tú sepas reconocer el tiempo en que estamos.

Nosotros nos movemos en el kronos, que es la cantidad de tiempo, pero otra cosa es el kairós que es la calidad de tiempo, la clase de tiempo que estamos viviendo. Sólo hay un tiempo que no conocemos y es la fecha y la hora en que Cristo va a regresar, podemos ver que se acerca ese tiempo, pero del resto, Dios quiere que tú sepas en qué tiempo y momento de Dios estamos nosotros.

En el 93 que explotó este Avivamiento, si la ciudad hubiera entendido el tiempo, la siguiente reunión hubiera sido en un estadio, y ese Avivamiento se hubiera desatado por miles y miles en todo el país, pero hubo resistencia, celos, y el Señor nos mandó a escondernos y el Señor protegió el Avivamiento y lo hizo crecer de otra forma.

No entender un tiempo de Dios, hace que perdamos la visitación. Cuando Jesús vino a este mundo, los israelitas no lo entendieron, por eso, Dios nos está llamando a entender el tiempo de Dios, cuando Él quiere darnos una oportunidad, cuando está abriendo una puerta y Él quiere que nos movamos.

Los judíos habían sido deportados por los Babilonios por 70 años, luego se les permitió regresar a su tierra, y ellos comenzaron a construir su casa en la tierra de Jerusalén, después comenzaron a adornarlas y amoblarlas, pero vino la palabra por el profeta Hageo:

“¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?” Hageo 1:4.

Se habían dedicado a sus casas, y se les había olvidado que el edicto era que edificaran la casa de Dios. Entonces el pueblo se arrepiente y comienza a edificar la casa de Dios, y Él les dice: “Desde este día los voy a bendecir”, cuando entras en el tiempo de Dios, viene la bendición de Dios sobre todo lo que haces.

En la conquista, cuando Josué entra con el pueblo de Israel a conquistarlo, 5 tribus habían tomado su territorio, plantado sus familias, sus ganados, pero las otras 7 estaban quietas, y por eso Josué les exhorta y les dice: “¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?” Josué 18:3. Ellos estaban en tiempos de conquista y estaban dormidos; entonces se levantaron a conquistar, y entonces Dios le dio toda la tierra a Israel que les había jurado, y la poseyeron la tierra y habitaron en ella, “No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió” Josué 21:45.

Estamos en tiempos de Avivamiento, en tiempos de Conquista. Dios entregará los medios en nuestras manos, entregará la televisión, las redes, los gobiernos, heredades, hará que Su reino se extienda en nuestro continente.

Entender los tiempos de Dios, es un arma espiritual.

En días del Rey David, cuando estaba en Siclag y venían de todas las tribus para unírsele a él, y había unos valientes, otros diestros y todos fieles, pero dice que había 200 hombres entendidos en los tiempos y sabían lo que Israel debía hacer y a cuyo dicho seguían todos. Y si leemos la historia del Rey David, él venció a todos sus enemigos, conquistó los moabitas, los amonitas, derrotó los filisteos, los de Soba, los de Edom, los puso como siervos y su reino se extendió, porque sabía cuándo era tiempo de guerra y cuando era tiempo de estar quietos.

Estamos en tiempos de AVIVAMIENTO y CONQUISTA.

Aprovechen bien la oportunidad de Dios porque los días son malos, después es tarde, puede pasar un ciclo completo de años para volver a tener esa oportunidad, o nunca más volverla a tener.

  • Ester:

Entendió que Dios la había puesto en el reino con un propósito, era el tiempo, la oportunidad de Dios para salvar al pueblo de Israel.

 Dios va a crear un tiempo, una oportunidad.

Cuando David fue ungido como rey, era un niño que tocaba el arpa. Pero Dios creó una oportunidad en la guerra contra Goliat, donde nadie se atrevía a enfrentarlo. Así que David llega a llevar comida a sus hermanos, él no estaba en el campo de guerra, pero era la oportunidad de Dios para David y él fue y peleó, pues estaba seguro que Dios lo iba a librar de ese gigante. Era su oportunidad.

Dios tiene una oportunidad para nosotros, Dios tiene un momento para nosotros, él crea esos momentos. “ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos” Eclesiastés 9:11.