El año 2016 se convirtió en histórico para los pastores José amparo y Juana Falla, quienes por primera vez pisaron tierra colombiana para venir al congreso Mundial de Avivamiento, sin imaginar que Dios transformaría sus vidas.
Les habían invitado para conocer el avivamiento de Bogotá Colombia, necesitaban un cambio total y aprovecharon el congreso de 2016 para venir a recibir; apenas llegaron al aeropuerto internacional el Dorado, sintieron la presencia de Dios, pero ese fue solo el comienzo, pues una vez llegaron a hacer la fila para entrar en el auditorio veían como otros pastores eran ministrados por el poder de Dios y la expectativa crecía en ellos.
Cuando ingresaron al auditorio, la presencia de Dios fue tan palpable que su misma realidad en ese momento, su curiosidad crecía más y más. El sábado en la noche cuando empezó la ministración, el pastor comenzó a observar y delante suyo había unos pastores costarricenses que comenzaron a llorar con gemidos del alma, entonces él pensó: “El Espíritu Santo está muy cerca, necesito atraparlo, está pasando por aquí” sostuvo con voz entrecortada.
Enseguida con bastante asombro miró hacia adelante y ahora unos pastores argentinos estaban siendo ministrados de manera especial, y cuando observó hacia el lado para buscar a su esposa, ella estaba siendo tocada por el poder de Dios.
De repente sintió como una ola de fuego le golpeó; él lo describe como “un voltaje de poder” que le sumergió en una experiencia maravillosa que jamás imaginó vivir.
De regreso a su país, su iglesia comenzó a tener cambios significativos, pudo construir su propio templo, su hogar fue restituido, la iglesia ha ido creciendo notablemente. Ahora están viviendo un avivamiento donde el Espíritu Santo es el autor, permitiéndoles tener experiencias transformadoras; por eso ya están listos junto con muchos pastores para venir a este congreso mundial de Avivamiento 2018.
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