En los últimos días, hemos recibido gloriosas promesas de parte de Dios y podemos tener la certeza de que Él lo hará, pero aun así, hemos encontrado en la Biblia 5 cosas que a lo largo de la historia han hecho que ese fluir maravilloso de Dios se detenga:
1. La queja: Israel vio las maravillas que Dios hizo para sacarlos de Egipto, pero cuando se cansaron del maná, en vez de ir en oración a Dios y pedirle que les diera carne, se quejaron, mostrando ingratitud y rebeldía. (Nm. 11:1-35).
2. Soberbia: Dios prosperó al rey Uzías en todas las cosas, le dio victoria contra sus enemigos y lo hizo altamente poderoso, pero más adelante, vemos cómo por causa de su soberbia, detuvo el fluir de Dios para su vida. (2Cr. 26:16a)
3. Pecados morales: Dios escogió a David y lo ungió por rey de Israel, lo respaldó y le dio victoria en todas las batallas, pero codició la mujer de Urías y cayó en adulterio con ella, trayendo maldición para su casa. (2S. 12:7-8)
4. Idolatría: Salomón pidió a Dios sabiduría, pero Él, además de darle sabiduría, le dio riquezas, bienes, gloria y un reino de paz. Años más tarde, las mujeres extranjeras pervirtieron su corazón, llevándolo a adorar sus dioses falsos.
5. Obstinación: Ex. 32:9 “Dijo más Jehová a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz”. Israel era un pueblo obstinado, persistían en su pecado y se negaban a obedecer a Dios.
Una vez conocidas estas 5 cosas que detienen el fluir de Dios, solo nos resta dejarlos con unas pequeña reflexión: ¿Qué hizo Naamán para ser limpio de su lepra? o ¿Qué hizo la viuda de Sarepta para salir de la ruina a la sobreabundancia? o mejor aún ¿Qué tenemos que hacer nosotros para ver el cumplimiento de todas las promesas que Dios nos ha hecho?
La respuesta a las preguntas anteriores es muy sencilla, y es la misma en todos los casos. La encuentras en Jn. 2:3-10. Lo único que estas personas hicieron, y que nosotros debemos hacer para dejar fluir la bendición que Dios tiene para nuestras vidas es: “Hacer todo lo que Él nos diga”.