Aunque Jesús nació en Belén y creció en Nazaret, hubo un lugar al que Él mismo llamó Su ciudad, y fue Campernaum. ¿Sabes por qué? Pues bien, es necesario que sepas que allí había un pueblo que lo amaba y que atrajo Su presencia, a tal punto que Él decidió vivir allí y se refería a este pequeño lugar como suyo.
Así que hoy queremos compartir contigo 2 acciones que tomaron en Capernaum y que hicieron que el Señor habitara allí:
1. Hambre de Él: Allí lo escuchaban por días enteros sin comer, pero no les importaba, pues lo deseaban con todo su corazón, tenían hambre y sed de Su presencia y se agolpaban para estar con Él. “y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí” Mateo 4:13.
2. Obediencia: Ellos no argumentaban cada cosa que el Señor les decía, sino que felices rendían su voluntad y su deseo a Él. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” Juan 15:14.
Te preguntarás: ¿Qué pasó con Capernaum? Bueno, no sólo el Señor habitó allí, la llamó Su ciudad, sino que ellos vieron la gloria de Dios, milagros, liberaciones y fueron enseñados por el Hijo de Dios.
Por eso, si al igual que ellos, quieres ser testigo del poder de Dios obrando a tu favor, debes desear al Espíritu de Dios con todo tu corazón y obedecerlo, sólo así atraerás Su presencia y podrás vivir en una nueva condición, siendo llamado: “Amigo de Dios”.