Cien veces más recibió Andrés Pérez un joven que a los 25 años ya es empresario y ha visto la bendición de Dios sobre su vida.

BLOG AVIVAMIENTO: Hoy estamos con Andrés Pérez, quien llegó hace más de 9 años a la iglesia, bienvenido.
ANDRÉS PÉREZ: Gracias
B/A: ¿Cómo llegó a la iglesia?
A/P: En mi colegio el tema de la drogadicción siempre fue mi fuerte, cuando estaba en décimo grado, vi como muchos de mis compañeros entraron a ese mundo, empezaron por marihuana y terminaron en bazuco. Pero siempre me guardó el Señor, lo poco que conocía de Él me guardó de ese mundo.
B/A: ¿Cómo conoció del Señor?
A/P: Por Disidencia llegué a la iglesia, cuando entré sentí la presencia de Dios y dije este es Dios, así que empecé a venir, pero venía cada dos o tres meses. Pero un día, empecé a venir fielmente, deje lo que no me convenía, deje lo que no le agradaba al Señor y empecé a venir al discipulado, aprendí principios como el servicio, el diezmo, la ofrenda, la sanidad…
B/A: En este milagro se puede ver como Dios es quien realmente trae las personas a la iglesia y es quien les bendice, pero cuéntenos su milagro de provisión, porque sabemos que hay muchas cosas que ha hecho el Señor.
A/P: Poco a poco el Señor fue formando mi corazón, yo tenía 18 años, no tenía una buena relación con mi mamá, un día me sentí tan sólo, que lo único que pude hacer fue postrarme y llorar, recuerdo que sentí la voz de Dios que me dijo: no estás solo. Y al poco tiempo mi mamá vino para un día de las madres a la iglesia y por una situación que ella vivió, empezó a venir a la iglesia. Un tiempo se quedó sin empleo, pero el Señor siempre nos proveyó y a las semanas mi mamá obtuvo un trabajo en el que el Señor la puso por cabeza.
B/A: Felicitaciones, pero cuéntanos ¿qué más pasó?
A/P: El Señor me abrió puertas para hacer mi carrera en una de las mejores universidades del país, y en medio de ella dejé amigos que eran del mundo y comencé a obedecer a Dios. Siempre vi la mano del Señor, hice mi tesis con dos multinacionales aquí en Colombia, me gradué y llegó mi primer empleo, tenía a mi cargo personas, estaba muy bendecido por el Señor, allí tenía una camioneta para mí, dirigía el área de importaciones de la empresa.
B/A: Que bendición y ¿qué más pasó?
A/P: Cambié de trabajo y el sueldo se duplicó, después otra vez cambié de trabajo y también se duplicó mi sueldo, hoy ganó cuatro veces más de lo que ganaba antes y si hago cuentas gano 100 veces más de lo que ganaba cuando conocí al Señor.
B/A: Estas cosas solo las puede hacer el Señor y les cuento Andrés es muy joven, precisamente me gustaría que le dé un mensaje a esos jóvenes que le están escuchando en este momento.
A/P: Que busquemos al Señor, que Él quiere sanarnos, que Él va a darnos bendición. En mi caso, soy la primera persona que me gradúo de una universidad en mi familia, soy el único que tiene una empresa y también soy el que tiene el sueldo más alto de toda mi familia, que es numerosa, pero si Dios lo hizo conmigo también quiere hacerlo contigo.
B/A: Muchas gracias Andrés, tan solo 25 años, pero ha visto la mano de Dios.
A/P: Gracias a ustedes.