Edmund Hillary un montañista neozelandés y Tenzing Norgay un guía sherpa alcanzaron por primera vez la cima del Everest la montaña más alta del mundo, en 1953. El mundo estaba atónito, un par de hombres lograron lo que nadie había podido hacer hasta el momento por sus limitaciones, por constantes fracasos y por creerlo imposible. Han pasado seis décadas desde entonces y este acontecimiento sigue siendo recordado como un acto histórico y de esfuerzo.

Tú también puedes escribir una gran historia en tu vida, cuanto más, ¡Si tienes a Dios de tú lado! La promesa que tiene Él para ti es que vencerás todos tus gigantes y tus obstáculos y tus hijos jugarán encima de ellos, porque no tendrán que enfrentarlos, serán vencidos para siempre.

En la sociedad actual (tradiciones, cultura, amigos, estudio) se nos han dado patrones de juicio y pensamientos con limites donde es muy común el “No se puede”. En las universidades, enseñan a los estudiantes a que salgan y consigan un empleo, pero no les enseñan a ser líderes, ya que aún se conserva una mentalidad de servidumbre. Pero Dios te promete que eso se va a romper, se van a derribar los argumentos y estos se convertirán en fortalezas.

Satanás te acusa por tu pecado, te juzga y dice que no puedes; estos son argumentos que se levantan contra el conocimiento de Cristo.

Hay personas que lloran por una enfermedad, pero dicen que fue Dios quien la envió y se dan a la derrota… Este es un argumento que se levanta en contra de Dios, es contrario a la escritura y por eso no derribas tus gigantes. Satanás es el que oprime y enferma, Él vino para robar, matar y destruir. Por el contrario, Jesús vino para traer vida, ¡Él es el que sana!

Quizá alguien en tu familia te enseñó que la pobreza era santidad, pero la Biblia dice lo contrario: ¡Dios te quiere prosperar!  Nadie pensó que en Colombia hubiera un Avivamiento, y ahora no solo Colombia, sino América Latina será visitada.

Si el diablo te ha dicho que no podrás tener una casa, que no puedes tener un empleo, un carro, que no podrás tener una familia, ni una profesión, ni negocio, ¡Prepárate! Llegó el día del asalto final a ese gigante. Y lo mejor es que tus hijos también verán la bendición de los gigantes que tú vas a derrotar en el nombre de Jesús.

Todo lo que pidas creyendo, te será dado. Declara la palabra de Dios, llevando todo argumento a la Biblia porque si Dios lo dice, es verdad. ¡Los gigantes serán vencidos!