A lo largo de la historia el Espíritu ha encendido una serie de Avivamientos que han sacudido la tierra dejando frutos maravillosos.
Lo que se está viviendo en Bogotá Colombia es el más claro ejemplo de un mover único del Espíritu Santo, la voz de la paloma se ha escuchado sobre una nación sin esperanza, una nación que hoy ha sido uno de los más grandes ejemplos en el deporte, el arte, pero que sobre todo ha sido el epicentro de un Avivamiento.
Miles de pastores de todos los rincones del mundo desde el 2006 han atendido al llamado de Dios para sus vidas y se han unido a la gran tarea de “trabajar por un Avivamiento para sus países, familias y ministerios”, sin embargo hay bases mucho más profundas que han hecho de Bogotá, tierra deseable y que han sostenido lo que hoy todos podemos ver y disfrutar, es por ello que hoy en el Blog de Avivamiento queremos compartir los pilares, las principales instrucciones que el Espíritu Santo le dio a los pastores Ricardo y María Patricia Rodríguez para cuidar el más grande tesoro, son las palabras de advertencia y la visión.
1. Humildad: Es la dirección en la que vive el Espíritu Santo, él mira al altivo de lejos y permanece al lado del humilde, aquel que reconoce sus limitaciones y sabe su debilidad.
“Dios escoge lo vil y menospreciado del mundo” 1 Cor 1:27
2. Fe: Si quieres ver la gloria de Dios, busca la casa de los que creen, aquellos que, aunque en las circunstancias no ven nada, caminan creyendo y reclamando lo que él dijo. Él espera que tu actuemos sobre sus palabras.
“No te he dicho que si crees veras la gloria de Dios” Jn 11:40
3. Rendición: Es esa obediencia absoluta, lo que el Espíritu Santo diga, pues es el líder del Avivamiento, en todas las Escrituras vemos su dirección, Josué, Moisés, Apóstoles.
“Yo Jehová, a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza” Is 42:8
4. No tocar su gloria: Nada de lo que vemos o sucede proviene de nosotros, todo es y ha sido por su obra, por ello la gloria es solo suya.
“No con ejercito ni con fuerza sino con su Santo Espíritu” Za 4:6
Es tiempo de examinar el corazón, y asegurarnos de que cada uno de estos pilares sea constante en nuestras vidas, pues lo que el Señor nos ha prometido es que vendrán mayores victorias, y que él solo necesito un siervo útil que anhele trabajar con pasión por un Avivamiento.
¿Anhelas ver la gloria de la presencia del Espíritu Santo en tu vida? Él habita en casa del humilde, del que le cree, le obedece sin reservas y jamás toca Su gloria. Entonces, podrás exclamar: ¡La voz de la Paloma se está escuchando en mi lugar.