El pasado 31 de julio, en el espacio territorial de capacitación y reincorporación de Mesetas; Colombia vivió un tiempo de restitución, que trajo arrepentimiento y perdón entre los excombatientes de las FARC y sus víctimas, tras un período tormentoso de guerra por más de 50 años.
El encuentro estuvo rodeado de reconciliación, generosidad, donde la misericordia sirvió de puente en medio del proceso. Jaime Parra alias “Mauricio Jaramillo”, pidió perdón por la tragedia causada a los presentes, pues durante años vivieron hechos desgarradores e irremediables; por lo que también brindaron su solidaridad y agradecieron su presencia.
Al evento también asistieron la gobernadora del Meta Marcela Amaya y el alcalde de mesetas Carlos Ferney Caicedo, quienes exaltaron el papel del Centro Mundial de Avivamiento, en su acompañamiento durante este proceso a los excombatientes de las FARC, donde se les ha llevado en un proceso de reinserción a la vida civil, guiándoles de manera cercana. De igual manera el alcalde agradeció a los pastores Ricardo y María Patricia Rodríguez por ser pioneros y referentes de esa actividad y les reiteró la bienvenida a más actividades en el meta con los excombatientes.
Durante el encuentro, los pastores Ricardo y María patricia Rodríguez enviaron un mensaje de perdón y reconciliación. La pastora María Patricia contó que habían orado muchísimo tiempo por ese momento y hoy era el cumplimiento de esa petición, les envió un abrazo enorme y oró para que cada uno de ellos pudieran encontrar su lugar en la sociedad y que Dios les sorprendiera.
El pastor Ricardo Rodríguez envió un mensaje de reconciliación, teniendo en cuenta que la verdadera reconciliación que traería la paz y sería duradera es la que se tiene con Dios, pues les reiteró a los presentes que él perdona todas las faltas sin importar que tan terribles sean y llamó a cada persona a volverse a quien les hizo daño para perdonarles de igual manera.
Rodrigo Rivera el alto comisionado para la paz también envió un mensaje y dijo que este es el hecho histórico más importante en los últimos años en Colombia, que marca el final de una horrible pesadilla que generó miles de muertos, en un ciclo de violencia que gracias a las dos partes fue posible llegar a un acuerdo contundente.
También dijo que el compromiso abre un horizonte de la reconciliación y perdón a los hijos de una misma patria que hoy se ven como seres humanos, como hijos de Dios, con el deber de ver al otro como prójimo y darse una oportunidad para tenderse la mano y cerrar heridas abiertas por una guerra de más de 50 años.
Esto es muestra de que Colombia está viviendo un gran Avivamiento, alcanzando hasta lo último del territorio nacional.