Todos en algún momento, circunstancia, o quizá todos los días, caemos en el error y el pecado de vivir llenos de afán. Cada mañana el ser humano se levanta para correr y alcanzar sus metas, deseos, cumplir con tareas, trabajos, quehaceres, y vivimos bajo las circunstancias, quienes al final, llegan a determinar nuestro nivel de ansiedad y estrés.
El antídoto:
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" Filipenses 4:6
Estas son algunas de las ideas de mayor importancia que nuestra pastora María Patricia Rodríguez trata en Café con Dios:
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Como hijos de Dios, tenemos un pasado impresionante, un futuro infinitamente atrayente, y una realidad sólida como una roca en la que debemos apoyarnos sin temor o preocupación en cualquier circunstancia.
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George Muller decía: "El comienzo de la ansiedad es el final de la fe. El comienzo de la fe verdadera es el final de la ansiedad”.
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Vance Havner decía: “La preocupación es el interés que pagamos por adelantado por problemas que nunca llegan”
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La vida auténticamente cristiana se caracteriza por vivir libres de la ansiedad. Si nuestras vidas están entregadas a la ansiedad, entonces estamos caminando mal.
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Es riesgoso abandonarse a las preocupaciones. Produce pérdida del gozo en la vida cristiana, pérdida de la perspectiva de la vida y pérdida de la salud.
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En el altar está la medicina para la ansiedad, porque dice que una vez lo presentas y das gracias, Él te da su paz gobernando tu corazón.
“SUELTA TODO… Agradece a Dios por lo bueno y lo malo, y te acostaras en paz. Nunca dejes pasar esto por alto, porque ahí en la noche es que empieza la ansiedad, la angustia y el estrés”
- Pastora María Patricia Rodríguez -
No te pierdas la oportunidad de escucharlo, compartirlo y ser libre del cáncer de este tiempo que ataca a tantas personas. (Aviva2.com, YouTube, Facebook Live)
