Muchas veces nos esforzamos por alcanzar nuestros sueños y ser lo más felices que podamos, claro que Dios desea bendecirnos, pero aún más, Él desea que tu vida deje huella en las personas que te rodean.
El día que mueras ¿Cómo quieres ser recordado?
Piensa por un momento esto, no termines de leer sin pensar qué impacto has dejado en tu familia, amigos, compañeros y vecinos.
Deja que Dios toque tu corazón en este momento y empieza a vivir de cara a la eternidad, recordando cada día, que tu vida es un instrumento en las manos de Dios para tocar a todos los que te rodean, y teniendo presente cómo deseas que todos te recuerden cuando pases a la eternidad.
¿Estás listo(a)?
Ahora llena tu vida de la presencia del Espíritu Santo y por donde vayas, deja el delicioso aroma de Jesús a tu alrededor.