La noche del Viernes 23 de junio, tuvimos un gran servicio de Avivamiento y milagros, cientos de Pastores y líderes de todo el mundo estuvieron testificando acerca de lo que Dios hizo en sus vidas.  Para cerrar con broche de oro esta gloriosa reunión, tuvimos la oportunidad de escuchar al Pastor Ricardo Rodríguez, quien nos estuvo hablando acerca del Tesoro de Dios.

Por tesoro puedes imaginarte riquezas, bendición, un botín para tu vida; y precisamente eso es lo que Dios tiene para ti:

“Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” 1 Corintios 2:9.

Vivimos en una realidad espiritual, la cual, aunque no podemos verla está ahí, y Dios en esa realidad tiene para ti cosas que ni alcanzas a imaginar, y quizá te preguntas ¿Cómo puedo encontrarlas? ¿Cómo hallar ese tesoro?

Bueno, el Único que puede llevarte a esa bendición, es el Espíritu Santo. Él te mostrará esas bendiciones que Dios tiene para ti, que están ahí y no has podido ver. ¡Tus ojos serán abiertos!

Ejemplos de este tenemos el de Agar la madre de Ismael el hijo de Abraham, ellos fueron expulsados y estaban en el desierto y había un pequeño árbol bajo el cual puso a su hijo y ella se fue lejos para no verlo morir por falta de agua. El muchacho empezó a clamar y Dios lo oyó, y entonces Él le abrió los ojos a Agar y vio una fuente de agua, estaba ahí, pero no la había visto.

Un caso similar es el de Abraham cuando Dios le pide sacrificar a su hijo Isaac, por lo cual, él subió al monte con la leña y el cuchillo, y al llegar amarró a su hijo y preparó el altar, pero cuando lo iba a sacrificar Dios le dice que no lo haga y le abre sus ojos para que vea un carnero que estaba ahí y él no había visto.

Casos como estos hay muchos en la Biblia, en los cuales la salida, la bendición que Dios tenía preparada estaba ahí, pero no la habían visto, y es lo mismo que te está sucediendo, quizá estás en medio de la aflicción, en medio de tu dura situación, no ves salida ni esperanza alguna, pero tu bendición está ahí, pero es necesario que el Espíritu de Dios abra tus ojos para que puedas verlas e ir y arrebatarlas.

Así que si quieres ir por todas esas cosas que Dios te ha prometido, esas que ni si quiera has visto, has oído, ni han subido a tu corazón. Es necesario que encuentres al Espíritu Santo, si lo hallas a Él, encontrarás el “Tesoro de Dios”.