Este Domingo 4 de Junio, fue un día sin precedentes en el Centro Mundial de Avivamiento, pues no sólo tuvimos bautismos masivos en nuestra sede principal y en cada una de las sedes del Avivamiento, sino que recibimos un mensaje desafiante y esperanzador.
Muchas veces vamos a las reuniones el Espíritu Santo nos toca, y se enciende en nuestro corazón y espíritu una llama, y regresamos a casa dispuestos a buscar a Dios con todo nuestro corazón. Pero muchas veces, debido a las ocupaciones, y a las distracciones que a diario se nos presentan, esa búsqueda va menguando y la llama que se había encendido, se va apagando.
Y es entonces cuando volvemos queriendo que se encienda nuevamente, buscando sentir esa experiencia maravillosa, ese toque del Espíritu Santo que es difícil de describir. Pero el llamado que recibimos este Domingo, es a despertar en nosotros una pasión permanente, pero no por esas experiencias que tenemos cuando nos encontramos con Él, sino por Su presencia. Dios no quiere que lo busquemos por lo que nos hace sentir, que es glorioso; sino que lo busquemos y lo anhelemos primeramente a Él, que sea nuestro gran amor.
Si tú tomas la decisión de buscarle de todo corazón diariamente detrás de la puerta, en tu lugar secreto, encontrarás Su dulce, confiable y amigable voz en el silbo apacible.
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mateo 6:6)
En el secreto encontrarás el “Tesoro de Dios”, la maravillosa presencia del Espíritu Santo, y con Él, todas las bendiciones. No es algo emocional, es una realidad espiritual que te hará sentir amado, seguro y confiado. Persevera, porque el Señor siempre está ahí esperándote y te anhela celosamente.
Díselo hoy: “Espíritu Santo quiero que seas mi Mejor Amigo”.