Hay ocasiones en las que eres víctima de injusticias, suceden cosas a tu alrededor que no logras comprender, sientes que no hay nadie que pueda ayudarte o tenderte la mano para sacarte de tu aflicción y piensas que Dios se olvidó de ti. Si esto describe lo que estás viviendo, no puedes dejar de leer esta nota, porque Dios tiene una palabra para ti: “No para siempre se trillará el trigo”.

El pastor Ricardo Rodríguez el pasado Domingo 9 de abril, nos estuvo contando acerca de la vida de José, y es que si por un momento te pones en los pies de él, verás que las circunstancias que rodearon su vida fueron contrarias, pero que detrás de todo esto había una estrategia de parte de Dios, Él tenía un propósito con José.

Fue vendido por sus hermanos como esclavo en Egipto, luego fue difamado y metido en la prisión, y estando allí seguramente Satanás empezó a trabajar en su mente y a decirle que su papá se olvidó de él, que Potifar, a quien sirvió fielmente, se olvidó de él; que el copero al que le interpretó el sueño también se olvidó de él, y hasta llegaría a pensar que Dios se olvidó de él. Pero no era así, Dios no había abandonado a José, así como tampoco te va a abandonar a ti.

Dios creó una circunstancia, se puso de pie y estableció una estrategia. Le dio un sueño a faraón y no podía dormir hasta que no tuviera la interpretación, así que el copero del rey se acordó de José, lo trajeron, interpretó el sueño y dio un consejo sabio a faraón, y es cuando él dice:* “¿Acaso hallaremos a otro hombre como éste, en quien esté el Espíritu de Dios?”*, luego de esto le dio el anillo del rey, lo puso por señor de toda la tierra de Egipto, le dio vestido nuevo, el carro de faraón, le dio esposa y autoridad, y luego le nació el primer hijo al que le puso Manasés: “Dios me ha hecho olvidar”, y un segundo hijo llamado Efraín: “Dios me ha hecho prosperar en la tierra de mi aflicción”.

Y es precisamente eso lo que viene para ti, Dios te hará olvidar tu dolor, te hará perdonar a todos los que te han hecho daño, y después de esto traerá para ti la sobreabundancia, te hará prosperar en la tierra en la que antes fuiste afligido.

Recuerda: “Dios no te ha abandonado, ni se ha olvidado de ti”

***Isaías 49:15-17 ***¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. **He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros. **Tus edificadores vendrán aprisa; tus destruidores y tus asoladores saldrán de ti.

Dios te está tallando, te está formando, y aunque estás llorando y no entiendes lo que Dios está haciendo, siempre estás delante de Sus ojos.

Viene para ti un Manasés y un Efraín, Dios te va a sacar de ese anonimato, de esa prisión y te va a poner en la silla del frente, te hará fructificar en la tierra de tu aflicción. Y este será tu canto: “Ahora sé que mi redentor vive”.