Natalia Aldana creció en una familia de creencias tradicionales, donde sus padres le suplían las necesidades básicas, pero no recibió el amor que necesitaba.
De esta manera, inició contando su historia en los estudios de Aviva 2, cómo a la edad de 15 años llevaba una vida desordenada rodeada de fiestas, licor y hasta trató de quitarse la vida en 4 ocasiones; lo cual tenía a sus padres preocupados, quienes, en medio de su confusión, le golpeaban, sin entender la actitud de su hija.

“Para mí la vida no servía, no le encontraba sentido a lo material, ni a los amigos entre otros. Recuerdo que me gustaba la música metálica y oía la voz del enemigo diciéndome que le sirviera, mientras la relación con mis padres cada día iba peor”
– dijo Natalia_

“Vivía en el Tolima y unas señoras iban a mi casa a hablarme de Dios y yo les echaba los perros, pues era anti religión y mucho menos eso de usar faldas largas con normas impuestas; sin embargo, sé que Dios tenía algo conmigo y yo no lo entendía”. -agregó-

De otra parte, su tío pastor iba a su casa con su esposa e hijos y le enseñaba la palabra. Para Natalia era extraño verles como compartían en unidad y amor, había algo especial en ellos; pero jamás imaginó que esa semilla daría su fruto. Un día viajó a la ciudad de Bogotá y su hermana mayor quien era cristiana le invitó a una iglesia; sin embargo, ella regresó a su pueblo y allí conoció a quien más adelante se convertiría en su esposo, proveniente del Centro Mundial de Avivamiento. Él la trajo a este lugar y aquí encontró las puertas de su salvación, ese ser maravilloso que llenó los vacíos de su alma, estaba aquí para darle la bienvenida y andar con ella un camino que la ha llevado a grandes victorias. Recibió liberación, sanidad interior “a veces no sabemos qué personas estén orando por nosotros, pero un día esa semilla brotará en un maravillosos fruto” y en mi caso, fue mi tío pastor quien se puso en la brecha por mí, aun cuando toda mi familia pensaba que ya no había nada que hacer por mí –Agregó Natalia-

Actualmente tiene 20 años, sirve en el Avivamiento y al finalizar esta entrevista concluyó diciendo que detrás de cada circunstancia hay un propósito, aunque a veces las personas no puedan entenderlo; es solo ir a la iglesia donde sin duda les recibirá un Dios real que transformara sus vidas a través de su amor.