Como seres humanos estamos siempre expuestos a 3 voces diferentes que podemos oír, y las cuales queremos compartir contigo hoy:
1. La voz del diablo: Esta es aquella voz que decreta muerte, maldición, ruina, enfermedades por herencia y pone topes a la fe, límites que no dejan avanzar, que te dicen que no es posible, que las bendiciones no son para ti. Lastimosamente esta es la voz que algunos atienden y se quedan estancados en una condición de derrota y fracaso.
2. La voz de Dios: Esta voz por su parte, es la que te dice que todo decreto de Satanás sobre tu vida quedó anulado, que la ruina, la enfermedad y la maldición ya no tienen poder sobre ti. Si la escuchas y la atiendes, cambiará tu manera de pensar, te sacará de la esclavitud y cambiará tu personalidad.
3. Tu voz: Hay una tercera voz a la que puedes estar atendiendo y es la tuya, por eso queremos preguntarte: ¿Qué estás diciendo de ti? ¿Lo que te dijo el diablo desde que naciste? o ¿Lo que te dice Dios? Presta mucha atención a cada palabra que sale de tu boca, porque con ella puedes estar confesando enfermedad y por eso estás enfermo, puedes estar confesando fracaso y por eso no avanzas.
“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová” Isaías 54:17. Según este verso, es una tarea que debes hacer tú, así que levántate y condena toda voz contraria que trate de robarte la fe.
Debes saber que hay un diablo que te ha decretado maldición, está Dios que ha decretado sobre ti las más grandes bendiciones, ahora lo que debes hacer como creyente de Jesucristo, es reprender al diablo y comenzar a declarar y decir lo que Dios dice que eres. ¡Cambia de frecuencia, dejar de oír la voz del diablo y empezar a sintonizarte con la voz de Dios!